Vale, es cierto, Hemlock Grove puede ser muy cutre. Si pensabas que lo habías visto todo con series como True Blood, espera a ver lo que te ofrece Hemlock Grove y vas a, como se diría coloquialmente, flipar en colores.

Sin embargo, no se puede negar lo evidente, Hemlock Grove en ocasiones alcanza unas dosis de calidad, intensidad y originalidad que, en las manos correctas, podrían haber hecho de esta serie una obra maestra.

La serie lo tiene todo para triunfar: un buen elenco, con especial mención para uno de esos escasos duos adolescentes protagonistas con carisma y química en una serie (No esperaba menos del hermanito de Alexander Skarsgard), una vuelta de tuerca magistral a mitologías del terror conocidas por todos, y ante todo osadía, osadía a la hora de salirse de la fórmula y de darte un puñetazo en el estómago cuando menos te lo esperas.

¿Cuál es el problema entonces? La serie es lenta y pesada, con muchos episodios insustanciales. Hemlock Grove destaca sobremanera en los 2/3 últimos episodios de temporada, pero para llegar a ellos antes debes soportar tramas de lo más anodinas, algo bastante sorprendente dada la brevedad de cada temporada. Por otro lado, están los efectos, y cabe decir que es espectacular lo conseguido en esta serie. Hemlock Grove es capaz de lo mejor y de lo peor. Lo mejor radica en escenas como la transformación en hombre lobo de uno de sus protagonistas. Dicha transformación es pasional, carnal, gore y absolutamente brutal, muy alejada de lo que otros productos suelen proporcionarnos. Sin embargo, Hemlock grove tiene momentos de vergüenza ajena, de verdadera vergüenza ajena, con criaturas grotescas, lamentables e irrisorias impropias de un producto de estas características. Especial atención al final de la segunda temporada para entender lo que digo.

Pese a todo he de decir que lo positivo de Hemlock Grove supera, por mucho, a lo negativo. Hemlock Grove es un guilty pleasure para los amantes del género. Es una serie transgresora, bizarra, muy loca y que pese a todo se toma más en serio a sí misma de lo que cabría esperar (como las primeras temporadas de True Blood antes de convertirse en una parodia con temporadas como la de "Antonia"). Por si fuera poco, es mucho más oscura, atrevida y original de lo que puedan ser sus competidoras más próximas (Supernatural y True Blood sin ir más lejos), pero a diferencia de éstas es mucho más irregular. Hemlock Grove es capaz de pasar de obra maestra en momentos puntuales a bodrio inconmensurable en otros, y eso puede pasarle factura con todos aquellos que no tengan paciencia o no sean amantes del género.

Pero creedme, si os gusta el género, Hemlock Grove es imprescindible. Hay quienes la consideran una pequeña obra de culto, una mezcla entre Twin Peaks y True Blood, y creedme cuando os digo que no se equivocan, pero que tampoco lo hacen sus detractores. Pese a todo, esos finales de temporada tan atrevidos no los disfrutaba desde hace mucho, y he de decir que el final de la serie no os dejará indiferentes.