Yo entiendo que el leer un guión puede ser una tarea engañosa. Con esto me quiero refererir a que el actor lee el guión y, alomejor, éste parece divertido mientras lo lee y luego plasmado en la pantalla es justo lo contrario y resulta una película bastante mala. Pero todo esto es sólo una suposición. Pero bueno, todos los actores tienen derecho a hacer una película mala y TODOS lo hacen.

De la historia no podemos hablar porque realmente es que es tan absurda y simple que no merece mención ninguna. Esto no sería un problema, sí han leído bien, no sería un problema si el guión o los actores fueran graciosos, pero el guión es previsible, sin gracia, sin situaciones originales (de hecho los supuestos golpes de efecto de la cinta son patéticos), con unos personajes dignos de estudio psicológico y con unas interpretaciones merecedoras de un Razzie.

Unos gordos John Travolta y Robin Williams, éste último sale en calzoncillos y me parece increíble que nadie le haya quitado esa idea de la cabeza, son los protagonistas más despistados que he visto en mucho tiempo, realmente no saben la película que están protagonizando ni lo que están haciendo o diciendo, y se dedican a recitar un guión con frases a cual más absurda y ridícula que la anterior. Seguramente hubieran sido una gran pareja cómica en otro momento de sus vidas.

A pesar de ser un excremento fílmico (como dirían los maestros de Homo Zapping) de primera categoría, y digo de primera categoría porque lo protagonizan dos estrellas consagradas, la cinta de penoso título español, ha recaudado casi 50 millones de dólares en Estados Unidos, increíble.

Lo mejor: Seth Green.
Lo peor: que Travolta y Williams tengan esto en su filmografía.