Oscar Wilde dejó una frase que rezaba más o menos así: "La familia es una manada de gente tediosa que no tiene la más remota idea de cómo vivir; ni siquiera el menor instinto acerca de cuándo morir."
La reflexión viene a cuento de esta película, que narra las peripecias de una familia ante la muerte del patriarca. Se reunen todos los hijos/as, con sus respectivas parejas e hijos, lo cual produce el inevitable choque de opiniones, el reflote de viejas rispideces y rencillas por disensos nimios.
La película se deja ver, aunque por momentos transcurre con cierta monotonía; probablemente resultado de la dirección de un aparente desconocido. La historia bordea entre la comedia y el drama (¿acaso no se compone de eso casi siempre la vida?), aunque creo que el título de comedia negra le queda grande. Hay diálogos y situaciones muy interesantes, algunos chispeantes y otros donde los protagonistas se sacan chispas.
Una película sin grandes pretensiones, y para la cual parecen haber reunidos un gran grupo de segundones de Hollywood: Hank Azaria, Jesse Bradford, Rip Torn y Debra Winger, entre otros.
Justamente la relación entre dos hermanas, interpretadas por Debra Winger y Kelly Preston, me ha parecido de lo más interesante de la película; relación muy conflictiva debido a la elección sexual de una de ellas, pero que con el correr de la cinta deriva hacia situaciones insospechadas.
Otro punto interesante en la actuación debe anotarse para Zooey Deschanel, sobre quien recae gran parte del peso narrativo de la película.