Una de mis series preferidas de la infancia a la que tengo mucho cariño. Siempre la recordé como una serie divertídisima y hace unos días tuve la oportunidad de volver a ver varios capítulos para rememorar viejos tiempos. Aunque han pasado años me quedé enganchado a la pantalla igualmente lo cual demuestra que esta serie divierte seas niño o adulto.

Tiny Toons parte de una idea algo extraña. En vez de continuar con las aventuras de los Looney Tunes aquí nos presentan a sus sucesores que pretenden alcanzar su fama. Así estos niños serán enseñados por sus maestros (Bugs Bunny y compañía que tienen un papel secundario pero hacen bastantes cameos en la serie) para conseguirlo. Las historias giran en torno a las aventuras que viven estos personajes.

A pesar de su aspecto más infantil no hay que tener una impresión equivocada de esta serie, Tiny Toons mantiene el humor gamberro de los Looney Toons (quizá algo más suavizado pero igual de divertido). Los personajes siguen siendo puteados continuamente sufriendo golpetazos, caídas y persecuciones. Todo el humor negro de los originales se mantiene aquí tan fresco como el primer día (al contrario que otras series como los Muppets Babies que pierden su encanto al infantilizarse en exceso).

Quizá se le pueda reprochar que muchos personajes son calcos de los antiguos, a algunos sólo les han cambiado el color y a veces el sexo (como pasa con la mofeta Fifí que es hembra) pero incluso la serie se parodia a si misma sobre este detalle en numerosas ocasiones (recuerdo en un capitulo a Buster diciendo que es original mientras que se ve al fondo a Bugs Bunny haciendo los mismos movimientos que él). Además la serie tiene algunos guiños para los más adultos que también los disfrutarán de lo lindo (como la escena de la bañera con Elvira y Dizzy homenajeando a Psicosis, brutal).

Luego también arrastra algunos fallos de las series de dibujos largas, algunos capítulos son mejores que otros y la calidad del dibujo y la animación puede variar pero no dejan de ser pequeños fallos que no empañan el resultado final.

Por lo tanto no puedo sino darle un sobresaliente a esta fantástica serie de mi infancia que tantas horas de diversión me ofreció. Desde su pegadiza música del principio (una vez que la oyes no puedes dejar de tararearla: "Y...somos graciosos y somos algo locos...") pasando por sus divertidas aventuras así como sus grandes personajes (algunos como Elvira, Plucky o Fifi inolvidables) la hacen una fantástica serie infantil. No estaban algo locos, estaban MUY locos. Y por eso eran grandes.