Necesitaba una comedia para compensar y ésta ha sido un acierto. Episodios capsulares de no más de veinte y cinco minutos con un personaje central que se dedica a suministrar marihuana y sus derivados a un círculo de clientes de confianza entrando en sus domicilios y estableciendo una relación cariñosa y efímera que suponen los nexos de las tramas que se van entrelazando.
Son cuatro temporadas de fácil digestión con episodios independientes en una natural evolución del personaje. Las dos primeras mantienen un formato similar: una o dos historias que se pueden ligar por una ubicación, un detalle cualquiera u otro personaje para llegar a un desenlace final con un mensaje de un hedonismo inteligente. Las dos últimas temporadas se centran más en la vida íntima de nuestro protagonista y sus relaciones sin abandonar en ningún momento las visiones diversas de sus particulares "clientes". Retratos mágicos de un Nueva York de mezcla y mestizaje: gente cosmopolita, excéntrica, vulgar, hortera, solos, en pareja, en grupo o en familia. Una panorámica humana, entrañable y heterogénea unificada en torno a una idea que se podría resumir en un "vive y deja vivir" alejado de cualquier dogmatismo castrador.
También hay que decir que la calidad de los episodios en una media muy notable muestra una irregularidad singular. Junto a auténticas maravillas que te dejan un sabor magnífico nos encontramos algún que otro capítulo, muy pocos, que está alargado y cumple la función de rellenar. Sin embargo cabe destacar que vale la pena disfrutar de aquellos momentos de auténtica magia complaciente y bien conseguida. En este punto merecen nuestra atención los títulos de crédito de cada episodio que acompañados de temas musicales bien elegidos lo cierran de una forma ingeniosa y divertida.
Con una estética indie y amable "High maintenance" de la mano de un "singular camello" nos acompaña por las múltiples intimidades en un entorno urbano muy humano de una ciudad tradicionalmente hostil y frenética. Una serie donde cualquier persona intransigente o dogmática se encontrará incómoda y que se convierte en una alabanza contundente y bastante atractiva a la tolerancia inclusiva alejada de prejuicios. (7,5)
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