Lo primero: un aviso para críticos pseudoprofesionales, puristas, esnobs, amantes del cine alternativo... No vayáis a verla. Sabéis de antemano lo que os vais a encontrar. Acción vertiginosa, argumento simplón para toda la familia, escenas inverosímiles, buenos efectos especiales, algún diálogo chistoso y entretenimiento en estado puro. Eso no os gusta, lo sé. Pero a mi hijo y a mi sí.
Como muchos de mi generación, he crecido con estos personajes. También ha habido otros, claro. Era otra época, sin duda, ni mejor ni peor. Hace poco he visto con mi hijo aquéllos dibujos animados de los 80 y, evidentemente, no enganchan. El tiempo ha pasado por aquéllas simpáticas tortuguitas. Sin embargo nickelodeon les ha dado una vuelta de tuerca y un lavado de imagen; las ha adaptado a los nuevos tiempos con su nueva serie de dibujos animados y lo cierto es que lo han hecho muy bien. A menudo me siento con mi hijo en el sofá (él habitualmente con todo el merchandising alrededor -sí, lo sé, soy otra víctima acrítica del consumismo que nos corroe como anillo de poder-) y disfrutamos juntos con estos polifacéticos ninja mutantes.
Con estos precedentes nos plantamos mi hijo y yo en el cine. Con altas expectativas claro. Un servidor sabiendo muy bien con lo que se iba a encontrar: una superproducción al estilo transformers u otras producciones de Michael Bay... Pero con una ventaja, unos personajes carismáticos, que han ganado la partida al paso del tiempo y que nos molan un montón.
La peli en sí tiene muchos aciertos y también muchos fallos. Voy con ellos.
Entre los aciertos está una trama que puede seguir toda la familia, sin que por ello resulte simplona. Los "malos" quieren liberar una toxina mortal para luego vender a precio de oro una cura basada en el mutágeno que llevan en la sangre nuestras tortugas. A partir de ahí ya podemos imaginar todo lo que viene.
Además es un film rápido. No nos deja momentos para pestañear. Las tortugas están muy logradas y muy muy bien caracterizadas. Como en los dibus, tenemos al líder, al duro, al listo y al chistoso. Este último, Mickey, es el contrapunto durante toda la película. Nos morimos de risa con sus cometarios jocosos, muy predecibles, pero igualmente muy simpáticos.
Entre los fallos, para mí, destaca el movimiento continuo de la cámara durante las escenas de acción. Mi mujer y yo comentábamos constantemente que nos sentíamos mareados y sin poder percibir exactamente qué pasaba.
Además he echado en falta un poco más de Ninjitsu. Sí, mucho ninja pero no hemos visto en toda la película un movimiento puro de arte marcial.
Sé que muchos dirán que otro error son unas escenas de acción completamente inverosímiles. Yo no creo que eso sea un error. Lo he comentado antes, sabemos a lo que vamos. Si vas al cine a ver una película realista partiendo de la base de que los protagonistas son unas tortugas mutantes que además son ninja, entonces deberías hacértelo mirar.
¡Ah!, se me olvidaba. Hay alguna escena antológica. Fijaros, al final de la peli, en la escena del ascensor. Buenísima. Se os quedará grabada.
Lo dicho. Mi hijo ha estado con la boca abierta toda la peli. Si le pregunto a él, me dirá que le ponga un 10. Yo, por aquello de ser más adulto, más crítico, más consecuente y bla bla bla, le pondré un 7. Si fuese un purista le pondría un 2, pero por suerte no lo soy.
Si tenéis mi perfil, a saber, sois treintañeros con hijos, os la aconsejo. De veras.
Perdón por el ladrillo.