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Voto de Miquel:
8
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Drama
Durante la I Guerra Mundial (1914-1918), una joven pasa una noche con un piloto y se queda embarazada. El hombre muere antes de que puedan casarse, y la joven, para evitar el escándalo, entrega su hijo a otra persona, aunque permanece siempre cerca de él. (FILMAFFINITY)
14 de septiembre de 2009
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los grandes films de Mitchell Leisen (1898-1972). El guión, de Charles Brackett, Jacques Théry y Dodie Smith (no acreditado), desarrolla un argumento de Brackett. Se rueda en los Paramount Studios (Hollywood, L.A.). Nominado a 2 Oscar, gana uno (actriz, Havilland). Producido por Charles Brackett para Paramount, se estrena el 12-III-1946 (EEUU).
La acción tiene lugar en Piersen Falls, NYC y Londres, a lo largo de unos 25 años, entre 1918 y 1943. Josephine “Jody” Norris (Havilland) es hija única del propietario del drugstore de la pequeña localidad de Piersen Falls. Es seducida por el apuesto piloto militar Bart Cosgrove (Lund), de paso por el pueblo para la venta de bonos de guerra (IGM). Unos meses más tarde muere en acto de servicio. Jody se convierte en madre soltera tras el nacimiento (II/1918) en NYC de su hijo Griggsy, diminutivo de Gregory, que es tomado en adopción por sus amigos Alex (Terry) y Corinne Piersen (Anderson). El relato explica una historia de los sufrimientos y sinsabores de una madre soltera, separada de su hijo a causa de los prejuicios sociales.
El film suma drama y romance. Leisen presenta una narración rica en sugerencias, sutilezas, indicaciones disimuladas, elipsis y sobreentendidos, que complementa y refuerza mediante encuadres, juegos de luz, gestos naturales, elementos del escenario y otros medios visuales. Para captar debidamente la intensa riqueza de detalles significativos que contiene el film, el espectador es invitado a seguirlo con atención y picardía. Pocas cosas suceden y se ven en la obra que no aporten información relevante y sugestiva. Un segundo pase puede ser muy útil para completar la visión en profundidad de la cinta.
Una de las propuestas que el realizador expone es la lucha entre las ideas viejas y nuevas, entre el presente caduco y los cambios que anuncian una época nueva, entre lo abocado a la desaparición y lo emergente para imponerse más allá de la voluntad de las personas. Tiene interés contemplar el contraste entre la luz débil del interior del drugstore y la brillante luminosidad del exterior, el contraste entre las formas modernas (en 1922) del flamante coche aparcado frente al drugstore y la fachada envejecida y deteriorada del mismo.
Otra de las ideas que en opinión del que escribe subraya Leisen es la contraposición de la pobreza y el estancamiento de la pequeña localidad y las oportunidades de prosperidad de la ciudad-emporio de NY. Lo pone de manifiesto a través de diversos y variados recursos, entre los que cabe citar a modo de ejemplo el vestido y el modo de comportarse de Mac (Goodwin), antiguo pretendiente de Jody, residente en NY, en comparación con los de los jóvenes residentes en Piersen Falls.
Sobre todo interesa a Leisen defender y exaltar la dignidad de la mujer, su capacidad para los negocios no inferior a la del varón, la corrección y validez de la igualdad de conductas de relación de la mujer y el hombre, etc.
La acción tiene lugar en Piersen Falls, NYC y Londres, a lo largo de unos 25 años, entre 1918 y 1943. Josephine “Jody” Norris (Havilland) es hija única del propietario del drugstore de la pequeña localidad de Piersen Falls. Es seducida por el apuesto piloto militar Bart Cosgrove (Lund), de paso por el pueblo para la venta de bonos de guerra (IGM). Unos meses más tarde muere en acto de servicio. Jody se convierte en madre soltera tras el nacimiento (II/1918) en NYC de su hijo Griggsy, diminutivo de Gregory, que es tomado en adopción por sus amigos Alex (Terry) y Corinne Piersen (Anderson). El relato explica una historia de los sufrimientos y sinsabores de una madre soltera, separada de su hijo a causa de los prejuicios sociales.
El film suma drama y romance. Leisen presenta una narración rica en sugerencias, sutilezas, indicaciones disimuladas, elipsis y sobreentendidos, que complementa y refuerza mediante encuadres, juegos de luz, gestos naturales, elementos del escenario y otros medios visuales. Para captar debidamente la intensa riqueza de detalles significativos que contiene el film, el espectador es invitado a seguirlo con atención y picardía. Pocas cosas suceden y se ven en la obra que no aporten información relevante y sugestiva. Un segundo pase puede ser muy útil para completar la visión en profundidad de la cinta.
Una de las propuestas que el realizador expone es la lucha entre las ideas viejas y nuevas, entre el presente caduco y los cambios que anuncian una época nueva, entre lo abocado a la desaparición y lo emergente para imponerse más allá de la voluntad de las personas. Tiene interés contemplar el contraste entre la luz débil del interior del drugstore y la brillante luminosidad del exterior, el contraste entre las formas modernas (en 1922) del flamante coche aparcado frente al drugstore y la fachada envejecida y deteriorada del mismo.
Otra de las ideas que en opinión del que escribe subraya Leisen es la contraposición de la pobreza y el estancamiento de la pequeña localidad y las oportunidades de prosperidad de la ciudad-emporio de NY. Lo pone de manifiesto a través de diversos y variados recursos, entre los que cabe citar a modo de ejemplo el vestido y el modo de comportarse de Mac (Goodwin), antiguo pretendiente de Jody, residente en NY, en comparación con los de los jóvenes residentes en Piersen Falls.
Sobre todo interesa a Leisen defender y exaltar la dignidad de la mujer, su capacidad para los negocios no inferior a la del varón, la corrección y validez de la igualdad de conductas de relación de la mujer y el hombre, etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Si se observa con detenimiento la aparente seducción de Jody por el piloto, se observan indicaciones que más bien hablan de la seducción del piloto por Jody, aunque en todo caso la situación no es ni clara ni concluyente, como probablemente pretende Leisen. Se deleita mostrando el fracaso como personas y en los negocios de hombres y mujeres y el éxito de mujeres y hombres, desmitificando uno de los viejos prejuicios más arraigados en relación a la igualdad de géneros.
Presta especial atención a la evolución del personaje protagonista a lo largo de 25 años, desde su espléndida juventud de veinteañera pretendida por todos los chicos del pueblo, hasta su madurez de la media edad. Hace referencia al error común de las mujeres que concentran en la maternidad todas sus ilusiones y ambiciones. Leisen explica con parsimonia que la feminidad puede realizarse a través de otros menesteres si la mujer sabe cambiar y enriquecer su filosofía de género. Nos lo demuestra observando la larga trayectoria que sigue Jody desde concepciones convencionales e impuestas hasta la aceptación de su maternidad como algo legítimo, honorable y digno.
El melodrama que constituye el hilo conductor de la historia es tratado con contención, moderación y equilibrio. Es elevado con la aportación de un conjunto de reflexiones sobre la dignidad de la mujer, que reflejan el estado de opinión sobre el papel de la misma que se manifiesta y generaliza en el país tras la IIGM. Habla de la imprevisibilidad de la vida, la necesidad de la adaptación al cambio, la solidaridad, etc. Como de costumbre, cede la posición central a la mujer, a la que distingue con un trato exquisito y deferente. No falta el humor, que encomienda a la madre cargada de hijos en Piersen Falls, la conversación en la oscuridad de la noche de Londres, la tarta de bodas, etc. Llama la atención el error de traducción del creador del título español (usa Julia por Jody).
La banda sonora, de Victor Young (“Si no amaneciera”, 1941), ofrece una partitura de tonos suaves y de apoyo, que incorpora una emotiva canción bailable (“Si me quisieras tanto como yo a ti”) y una canción irónica, que es la versión melódica del tema principal, a cargo de Mac. La fotografía, de Daniel L. Fapp (“West Side Story”, Robbins y Wise, 1961), colaborador habitual de Leisen, aporta una visualidad cuidada, ingeniosa y sugerente. Es en gran parte obra del propio Leisen, que personalmente coloca la cámara antes del rodaje de cada escena.
Bibliografia
- Jack SHADOIAN, “Exacting standards: Director Mitchell Leisen film ‘To Each His Own’ epitomizes the Director’s Work”, ‘Reel Classics’, nº 5, v. 34, pág. 40, 1-X-1998.
- Jean Pierre COUROSON y Bertrand TAVERNIER, “Mitchell Leisen”, '50 años de cine norteamericano', Diccionario Akal, v. 2, págs. 716-721, Akal ed., Madrid 2006.
- Guillermo BALMORI, “To Each His Own”, 32 págs., Notorius ed., Madrid 2009.
Presta especial atención a la evolución del personaje protagonista a lo largo de 25 años, desde su espléndida juventud de veinteañera pretendida por todos los chicos del pueblo, hasta su madurez de la media edad. Hace referencia al error común de las mujeres que concentran en la maternidad todas sus ilusiones y ambiciones. Leisen explica con parsimonia que la feminidad puede realizarse a través de otros menesteres si la mujer sabe cambiar y enriquecer su filosofía de género. Nos lo demuestra observando la larga trayectoria que sigue Jody desde concepciones convencionales e impuestas hasta la aceptación de su maternidad como algo legítimo, honorable y digno.
El melodrama que constituye el hilo conductor de la historia es tratado con contención, moderación y equilibrio. Es elevado con la aportación de un conjunto de reflexiones sobre la dignidad de la mujer, que reflejan el estado de opinión sobre el papel de la misma que se manifiesta y generaliza en el país tras la IIGM. Habla de la imprevisibilidad de la vida, la necesidad de la adaptación al cambio, la solidaridad, etc. Como de costumbre, cede la posición central a la mujer, a la que distingue con un trato exquisito y deferente. No falta el humor, que encomienda a la madre cargada de hijos en Piersen Falls, la conversación en la oscuridad de la noche de Londres, la tarta de bodas, etc. Llama la atención el error de traducción del creador del título español (usa Julia por Jody).
La banda sonora, de Victor Young (“Si no amaneciera”, 1941), ofrece una partitura de tonos suaves y de apoyo, que incorpora una emotiva canción bailable (“Si me quisieras tanto como yo a ti”) y una canción irónica, que es la versión melódica del tema principal, a cargo de Mac. La fotografía, de Daniel L. Fapp (“West Side Story”, Robbins y Wise, 1961), colaborador habitual de Leisen, aporta una visualidad cuidada, ingeniosa y sugerente. Es en gran parte obra del propio Leisen, que personalmente coloca la cámara antes del rodaje de cada escena.
Bibliografia
- Jack SHADOIAN, “Exacting standards: Director Mitchell Leisen film ‘To Each His Own’ epitomizes the Director’s Work”, ‘Reel Classics’, nº 5, v. 34, pág. 40, 1-X-1998.
- Jean Pierre COUROSON y Bertrand TAVERNIER, “Mitchell Leisen”, '50 años de cine norteamericano', Diccionario Akal, v. 2, págs. 716-721, Akal ed., Madrid 2006.
- Guillermo BALMORI, “To Each His Own”, 32 págs., Notorius ed., Madrid 2009.