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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Drama. Romance. Cine negro. Intriga Adaptación de la novela homónima de Émile Zola. Thérèse lleva una vida gris y monótona. Está casada con su primo Camille, que es un hombre de temperamento brusco y dominante, todo lo contrario del hombre apasionado que ella necesita. Por eso, cuando llega el camionero Laurent, consigue seducirla. (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2012
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable drama realizado por Marcel Carné (1906-1996) a partir de un guión escrito por él mismo con la colaboración de Charles Spaak y con diálogos de este último. Se inspira en la novela “Thérèse Raquin” (1867), de Emil Zona. Se rueda en escenarios naturales de Lyon y Paris y en los platós de los Studios Neuilly (Sena). Producido por Raymond y Rober Hakim para Paris Films (Francia) y Lux Films (Italia), se estrena el 6-XI-1953 (Francia).

La acción dramática tiene lugar en términos de presente a lo largo de unos pocos meses de 1952 en Lyon y Paris. Son los protagonistas Teresa Raquin (Signoret) y Laurent (Vallone), acompañados de Camilo Raquin (Duby), Georgette (Casilio), la madre Raquin (Sylvie) y otros. El film desarrolla un estudio detallado y amplio de los personajes, sus ambiciones, frustraciones, sentimientos y limitaciones. Teresa, de origen campesino y escasa formación, cuando se traslada a la ciudad se ve enfrentada a una vida mediocre, rutinaria y sin alicientes, que la ahoga, mortifica y desequilibra. Sólo encuentra sosiego en sus salidas esporádicas al campo o a las orillas del río que cruza la ciudad.

Al hilo de una historia fundamentalmente dramática, que guarda paralelismos y similitudes con la de “El cartero siempre llama dos veces” (James M. Cain, 1934). Carné realiza un atractivo trabajo de análisis de la vida humana sumida en la mediocridad y la esterilidad propias de la pequeña burguesía de provincias. En torno a la protagonista crea un universo opresivo, deprimente y desolador, que constituye uno de las mejores aportaciones del film. La historia focaliza la atención en el personaje de la protagonista y adopta su punto de vista. El mundo que la rodea y la oprime es descrito en términos que destilan la subjetividad del personaje y la amargura de su experiencia sin amor, sin libertad, sin iniciativa y sin felicidad. La narración eleva el tono dramático al mostrar la pulsación del destino y la imposibilidad de sustraerse al mismo.

Muy buen trabajo interpretativo de Simone Signoret en un papel complejo y profundo, central en el film. Raf Vallote aporta una interpretación notable, pero inferior en complejidad, frescura y naturalidad a la de Signoret. La banda sonora, de Maurice Thiriet (“Los niños del paraíso”, 1945), de aires orquestales, explica y potencia las emociones de los personajes y los que estas introducen en el ánimo del espectador. En ocasiones la música se funde con el soundtrack en combinaciones de potente emotividad y gran efectismo. La fotografía, de Roger Hubert (“La vaca y el prisionero”, Verneuil, 1959), en B/N, compone escenarios claustrofóbicos que contrasta con escenas exteriores (la inicial, la del juego de la petanca junto al río…) de abundante luz, cielos abiertos y alegría festiva (la mañana del domingo, el baile…). La estética de la obra se ajusta a un discreto y austero naturalismo, que suma sobriedad y realismo.
Miquel
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