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Voto de Manuel:
7
26 de enero de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de la productora Aries, en lo general se dividían en comedias pasatistas, picarescas, que eran las que mejor funcionaban en la taquilla y les permitían a sus dueños Héctor Olivera y Fernando Ayala hacer otros proyectos más personales, en general dramas de denuncia social, este es uno de ellos.
La trama cuenta la vida de Beto, un mediocre vendedor, no sé si sigue habiendo todavía, pero antes eran los que contrataba alguna empresa, para ofertar sus productos al interior y de ahí se llevaban una comisión, más un fijo, bueno, el tipo queda sin trabajo, luego se le muere el padre, y decide empezar una venganza contra los que él creen que fueron los culpables de su mala suerte, el colegio, el cura que lo confesaba de chico, su primera novia, su mejor amigo, el general al que respondía cuando hizo el servicio militar.
La historia se mete con los grandes monstruos sagrados, la educación, la iglesia y los militares, que en ese momento en Argentina sobre todo los últimos eran intocables, no porque se les tuviera respeto, sino miedo, ellos eran los verdaderos señores de la patria, los dueños del país, los que decidían cuanto duraba cada gobierno y la película se atreve a criticarlo, parodiarlo de la forma más corrosiva posible.
También se burla de esa clase media pobre, llena de aspiraciones, que nunca logra nada y se queda frustrada por no conseguir sus pretensiones.
José Soriano, brinda una excelente interpretación, como este hombre furioso contra todos, y en el fondo contra sí mismo, ya que la película trata sobre eso, por más que nos moldeen o nos quieran moldear de una forma, está en nosotros ser o no eso, y aceptar nuestros propios fracasos.
La trama cuenta la vida de Beto, un mediocre vendedor, no sé si sigue habiendo todavía, pero antes eran los que contrataba alguna empresa, para ofertar sus productos al interior y de ahí se llevaban una comisión, más un fijo, bueno, el tipo queda sin trabajo, luego se le muere el padre, y decide empezar una venganza contra los que él creen que fueron los culpables de su mala suerte, el colegio, el cura que lo confesaba de chico, su primera novia, su mejor amigo, el general al que respondía cuando hizo el servicio militar.
La historia se mete con los grandes monstruos sagrados, la educación, la iglesia y los militares, que en ese momento en Argentina sobre todo los últimos eran intocables, no porque se les tuviera respeto, sino miedo, ellos eran los verdaderos señores de la patria, los dueños del país, los que decidían cuanto duraba cada gobierno y la película se atreve a criticarlo, parodiarlo de la forma más corrosiva posible.
También se burla de esa clase media pobre, llena de aspiraciones, que nunca logra nada y se queda frustrada por no conseguir sus pretensiones.
José Soriano, brinda una excelente interpretación, como este hombre furioso contra todos, y en el fondo contra sí mismo, ya que la película trata sobre eso, por más que nos moldeen o nos quieran moldear de una forma, está en nosotros ser o no eso, y aceptar nuestros propios fracasos.