Planeta prohibido es el germen, la semilla de La conquista del Espacio, el ancestro del Capitán Kirk en el Enterprise y de todos aquellos que se adentraron por las galaxias más lejanas.

Es sobre todo, una aventura espacial completa y con múltiples detalles inspiradores que crea complicidad con el espectador. Tengamos en cuenta que en aquella época, además de en el cine, había mucha afición por la lectura de ciencia ficción, había una inquietud especial por los secretos del universo y así surgieron escritores como Isaac Asimov. Se presenta una expedición hacia los confines del Universo e, irremediablemente, le sale a uno el problema existencialista, los pensamientos sobre viajar por la inmensidad de los océanos siderales y el conocimiento, los contrastes entre la efímera vida y el infinito de los mundos hacen pensar.

No da risa, es auténtica. Entretenida y curiosa de ver a pesar de los años. Hay que profundizar en sus espléndidos diálogos y en cuestiones que uno puede ir descubriendo.