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Voto de Vivoleyendo:
7
Drama Basada en una obra teatral de Kenneth Woollard. Después de sufrir un accidente, la tripulación de un submarino lucha por sobrevivir. Cuando acabó el rodaje, un submarino de nombre profético, el HMS Truculent, se hundía en el Támesis causando 64 víctimas. El film de Roy Ward Baker estuvo a punto de ser "archivado" para siempre, pero, finalmente, se estrenó incluyendo un mensaje en recuerdo de las víctimas y de todos los integrantes de la ... [+]
14 de abril de 2014
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mundo está lleno de coincidencias, muchas desgraciadamente desafortunadas, como que el H.M.S. Truculent (también tiene guasa el agorero nombre) se hundiera en el Támesis justo cuando esta película iba a salir a las pantallas, precisamente con la temática del naufragio de un submarino ficticio, adaptada de una obra de teatro que había cobrado gran popularidad.
Fue una de esas películas que están en un tris de no ver la luz nunca, aunque al final se decidió estrenarla con un mensaje añadido de apología al cuerpo de la Marina, como homenaje a las víctimas de la tragedia que acababa de acontecer.
En los albores de los cincuenta, con la peor guerra de la historia apenas terminada, y cuyos estragos influyen lógicamente en todas las ramas de la vida social, cultural, política y artística, esa generación está traumatizada y no se ha recuperado (nunca lo hará, porque quién puede recuperarse del horror, no queda otra que seguir adelante con el alma mutilada) de las pérdidas de sus seres queridos, las batallas, los bombardeos, el terror ha dejado su cicatriz, la conmoción sigue fluyendo como los humores de una herida que no se ha curado completamente. Es normal que por ejemplo en el cine siga habiendo frecuentes alusiones a contiendas pasadas.
El argumento de la obra no se desarrolla durante la guerra, sino recién acabada la misma, y prácticamente casi todos los miembros de la marina británica que aparecen son supervivientes que lucharon de diversas maneras en el bando aliado. Por lo tanto, un buen porcentaje está curtido en desastres.
Al tratarse de una película de base teatral, lo mejor que tiene son los diálogos (en V.O. por supuesto, este tipo de películas militares no es recomendable verlas dobladas debido a la censura franquista que destrozaba la mitad de las frases) y cómo consigue recrear el ambiente sin abundancia de recursos. La ironía y el sentido del humor de los diálogos son su mejor atributo, en labios de unos buenos actores (entre los que hallamos a un joven Richard Attenborough, al que recordaba ya viejecito en "Parque Jurásico").
La odisea del H.M.S. Trojan que, en una expedición rutinaria de entrenamiento, se cruza fatalmente con una mina a la deriva (una de las tantas que se quedaron vagando desde la guerra) es la carrera contrarreloj de los escasos hombres que quedan vivos tras la explosión y encerrados en unos pocos metros cuadrados de metal, sumergidos bajo el mar.
No muy distinto de la catástrofe del H.M.S. Truculent.
Vivoleyendo
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