Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Servadac:
9
Drama. Romance Vincent, un veterano de guerra, regresa a Maryland, su estado natal, y se pone a trabajar como terapeuta ocupacional en un centro psiquiátrico privado para ricos. Allí, conoce a Lilith, una encantadora joven esquizofrénica, cuya frágil belleza cautiva a todos los que la conocen. También Vincent se queda prendado de ella y será capaz de mentir y de traicionar con tal de no perderla; pero sin darse cuenta llega a una situación en la que ... [+]
30 de mayo de 2010
69 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre vuelve de la guerra e intenta dotar de sentido a su vida entrando a trabajar en un psiquiátrico de lujo, una residencia que parece respirar fuera del tiempo, en un espacio diferente.

Primo Levi cuenta en un relato breve tres versiones de la historia de Lilith. En la primera, Dios creó una forma sin forma (un golem) y la partió en dos seres (varón y hembra) de idéntica jerarquía: Adán y Lilith. Ambos anhelaban unirse de nuevo, pero, ¿quién debía situarse debajo y quién encima? Adán trató de forzar a Lilith pero no pudo doblegarla y Dios tomó partido por el macho de la especie. “Y como los dos varones insistían, ella blasfemó contra el Señor, se convirtió en diablesa, salió volando como una flecha y fue a establecerse en el fondo del mar.” Hay quien sostiene que habita en el mar Rojo y “todas las noches levanta el vuelo, se da una vuelta por el mundo, rompe los cristales de las casas en las que hay niños e intenta sofocarlos.”

En la película de Robert Rossen, el reino de Lilith está en el agua, en los reflejos, más allá de la sociedad convencional: juegos de luces en las ondas, paseos junto a la ribera, acuarios, la turbulencia de la espuma entre los rápidos del río…

Las dos secuencias con los niños (los vendedores de sandías y el niño del aro) son inquietantes, turbadoras; destellos de ese reino legendario y ominoso.

“Otras veces entra en el cuerpo de un hombre, y éste queda embrujado.”

La segunda historia de Lilith es la del semen. “A ella le gusta mucho el semen del hombre, y anda siempre al acecho para ver dónde ha caído (generalmente en las sábanas). Todo el semen que no acaba en el único lugar consentido, es decir, dentro de la matriz de la esposa, es suyo: todo el semen que ha desperdiciado el hombre a lo largo de su vida, ya sea en sueños, por vicio o adulterio.” Con ese semen engendra hijos sin cuerpo, pequeños espíritus malignos “que hacen que se corte la leche y el vino, corren por los desvanes y atan los cabellos de las muchachas.”

En la película, el pelo de Lilith queda enredado en el telar y Vincent Bruce lo desenreda.

La tercera versión viene de los cabalistas y sostiene que Dios, no pudiendo soportar la soledad ni resistirse ante la tentación, hizo de Lilith su amante. Esa relación indecente es causa y efecto del mal que hay en el mundo. “Mientras Dios siga pecando con Lilith, habrá sobre la tierra sangre y dolor. Pero vendrá un día en que un ser poderoso haga morir a Lilith y ponga fin a la lujuria de Dios y a nuestro exilio.”

Estos relatos, con sabor a tradición oral hebrea, nos acercan a la temperatura emocional de la película. Que nadie busque realismo ni verdad de escuadra y cartabón. Es otra la verdad que aquí entra en liza: la verdad del arte, la magia de lo fílmico, la realidad de un universo imaginario.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Servadac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow