Una de las peores películas italianas que he visto últimamente. Remake de la película francesa de 2012 sin ninguna gracia. Las historias son completamente superficiales y sin ningún sentido, la figura masculina se dibuja de forma vulgar, solo preocupados por el sexo y sin ningún ápice de sentimiento.

Scamarcio está bien en su odioso personaje. Un batiburrillo de sin sentidos que no merece la pena.