Si nos fijamos en la gráfica de puntuaciones de esta película vemos una forma no habitual. Como un diente de sierra. Como dos bandos. Un grupo mayoritario la puntúa como buena y el otro como mala. Ha desaparecido el término medio. Aunque nadie dice que sea la rehostia o una mierda.

Se debe básicamente a que se trata de una película de Abel Ferrara. Supongo que los que le conocen están en el grupo de los benévolos y los que no en el otro.

Yo le pongo un 6 porque es verdad que contiene tanto aciertos como defectos evidentes.

Empezando por lo malo, Abel Ferrara hace tiempo que no nos cuenta nada de interés. Incluso a veces si intentamos averiguar de qué va realmente la película que estamos viendo nos aburre. No hay mucho mensaje ni historia que digamos. Creo que hace unos años ya que no trabaja con el guionista con el que firmó su par de obras maestras. Go Go Tales, por ejemplo, está escrita por él mismo. Una recomendación si es que puede servir de algo: me parece que Paul Schrader aún está en activo.

¿Lo bueno?: Alguien tiene que hacerlo.

Para lo que sí que está dotado este último mohicano es para meter la cámara en un ambiente concreto. Normalmente el ambiente es el Nueva York más macarra. En este caso un club de striptease. La película parece que esté filmada en tiempo real. Y los personajes no pueden parecer más auténticos. De hecho, como el hilo conductor no es lo más relevante, puedes salirte, fumarte un cigarrito y volver a entrar sin que la visión se resienta.

Ya si se quiere buscar el sentido a la importancia de este paso en una de las carreras más autenticamente independientes del cine americano de las últimas décadas se puede decir que se trata de exactamente de lo mismo que hizo John Cassavetes en "El asesinato de un corredor de apuestas chino". Todo coincide. "Soy un artista independiente. Realmente me siento como un chulo de putas. Pero un chulo de putas dentro de lo que cabe 'decente'".

Para apreciar: el ambiente hedonista. Si te gusta salir de noche, esta película te transportará sin levantarte del sillón. Las tetas y los culos. Y la música. Poner un poco más de volumen de lo habitual. Estamos en un local de fiesta.

Empecé a ver esta película sin la información adicional que normalmente recoges de fuentes varias y sin ningún conocimiento de quién era su director. Simplemente era una recomendación de Filmaffinity y me apetecía ver algo más o menos actual y que por el título parecía ser una historia romántica independiente.

Después de revisar un par de veces la carátula me asombro de que dure 175 minutos. Al cabo de una hora de cinta me doy cuenta de que igual en las tres horas totales no vea más que una sucesión de secuencias insustanciales protagonizadas por jóvenes en la edad del pavo. Eso sí, envueltas en un blanco y negro calculadamente descuidado. Seguramente sea la apuesta de algún joven director dispuesto a destacar en la escena alternativa usando artimañas demasiado vistas. Mi intención en ese momento es la de puntuarla con un 1 de "muy mala" y como no tenía pensado quedarme hasta las tantas aguantando ese tostón le doy al pause y la dejo para mañana si es que me quedan ganas de acabarla.

Al día siguiente descubro que el responsable del trabajo lleva trabajando desde el 67 y que esta es su película número 17. También la descubro ojeando una revista en una lista de las mejores películas de la década que contiene otros títulos que me encantaron. Bueno, le doy al play donde la dejé a ver qué pasa.

Es curioso cómo te puede llegar a condicionar el contexto a la hora de valorar una película. Lo que era malísimo puede pasar a ser muy respetable o al revés. Por ejemplo, como han comentado otros usuarios en sus críticas, la película recuerda por los personajes y el ambiente del mayo francés a "Soñadores" de Bertolucci. Al principio pensé que era una copia sin gracia. Pero en un momento de la historia, no creo que de casualidad, un personaje pregunta a otro si ha visto tal película de Bertolucci y mirando directamente a la cámara suelta una sonrisa irónica.

Total que cómo quedamos: ¿Es buena o mala?. Pues ni una cosa ni la otra. Esto depende básicamente de la capacidad de conectar de cada espectador. A mi, por poner un ejemplo, hay ciertos temas como el del fin del amor y la nostalgia de la juventud que a mis treinta y tantos me ha gustado como están reflejados. Aunque también es verdad que disfruto cien veces más viendo una de Scorsese o de Huston que una de la Nouvelle Vague sea de Godard o de quien sea.

Al final un 4 por hacer honor a su título y porque a pesar de todo me lo pasé mejor viendo "Soñadores" aunque sólo sea por la música y por Eva Green.

Totalmente de acuerdo con "Peter Gabriel 77" en que en los 90 nos llegó una hornada de cine independiente americano que daba gusto ir al videoclub. Ahora bien, aunque "Trust" como comedia romántica de autor está bastante bien no es lo mismo que un "Teniente corrupto". Creo que tanto Hal Hartley como Abel Ferrara coinciden incluso en que son de Nueva York, pero no los veo al salir de la facultad de cine tomando birras juntos. Los dos tienen también una trayectoria entera dentro del cine indie, algo que ya de por si es un atractivo para el aficionado que busca oferta fuera del Hollywood más convencional. Pero para mi el segundo además le echa un par. Algo que en este tipo de películas debería ser como lo que se dice del valor en el soldado.

Por los personajes que aparecen en"Trust", que por cierto, parece que se hayan criado todos bajo el mismo techo, me imagino a Hartley que es quien les escribe los diálogos, encerrado en la habitación de casa de sus padres leyendo literatura existencialista y dándole vueltas a una historia con una ex-novia del Instituto. Puedo equivocarme, pero es la sensación que me da. El protagonista al igual que en las películas de Woody Allen tiene que ser por fuerza una versión corregida y mejorada del propio autor. Bueno, igual es siempre así, ¿no?.

La película es fresca y en muchos momentos ocurrente. No recuerdo haber visto más de su director, pero es probable que sea incluso su película más redonda. También es barata y un pelín descuidada. No había visto en mi vida tantos micros aparecer por la parte superior de la imagen en mi vida. Pero lo que de verdad se le puede recriminar es su tendencia a soltar como diría un amigo mío "sentencias de sobrecito de azúcar".

Por mi parte, a ver cuando puedo ir por fin a Nueva York y descubrir qué les dan para que sea el lugar con más "artistas" por metro cuadrado del mundo. Tiene que ser algo que hayan empezado a exportar desde hace unos años a Barcelona.

A estas alturas es justo no solamente comentar esta magnífica película sino también la trayectoria del impecable director que la firma. Porque a pesar de que aparentemente ha ido desprendiéndose de cualquier seña de identidad en el resultado de sus últimas películas (Zodiac, La red social) y ha puesto su saber hacer al servicio de la historia que contaba, al final ha conseguido paradójicamente desarrollar una manera de hacer cine que para mi es la mejor propuesta de cine de género americano en el año 2014 tal como en su día Scorsese era la mejor propuesta para el cine americano de los 70. Un maestro moderno David Fincher. Siempre desde mi opinión creo que le da mil vueltas a Michael Mann por ejemplo, que parece que tenga ambiciones parecidas. Paul Thomas Anderson es otra historia. No es un moderno.

La película en si me ha parecido perfecta entendiendo esto como que no se le puede añadir ni quitar nada para mejorarla. Antes decía que es cine de género. Se trata de la culminación de un género que empezó con películas como "Mujer blanca soltera busca..." y que a partir de entonces hemos visto repetido en algunos telefilms de sobremesa. Relación de pareja perfecta que degenera en pesadilla a causa de un psicópata entre los miembros. Además de entretener Fincher se permite el lujo de colar una crítica a ciertos comportamientos actuales que no chirrían para nada a pesar de que tampoco se corta en practicar el gore si hace falta. En esto último también recuerda a "Lunas de hiel", otro peliculón con muchos puntos en común.

Las interpretaciones ayudan a redondear el resultado. Ben Affleck últimamente me cargaba a pesar de hacerlo bien porque igual lo veía siempre a él en lugar de al personaje. Pero a partir de ahora cuando lo vea inconscientemente me lo imaginaré como a este marido imperfecto porque resulta absolutamente creíble. Su mujer rubia no me sonaba pero en su papel es capaz de enamorar y aterrorizar de manera escalofriante.

Espero que David Fincher continúe poniendo al día nuevos géneros en sus próximas películas y que siga confiando en Trent Reznor para componer la música ya que les va como anillo al dedo.

A punto está en varios momentos de desmontarse el castillo. En un par de ocasiones he pensado: "te dejo acabar, pero me estoy viendo venir una gran gilipollez". Motivo añadido para sumarle valor a la película. Un diez rotundo. Riesgo, sabiduría, ambición, sinceridad y no sé qué calificativos más añadir. Y rara vez encuentras todo esto junto.

El tema: lo más simple y sabido del mundo. En más de dos horas no pasan muchas cosas comparado con lo que esperaríamos en una película "entretenida" (si esto último es lo que quieres te recomiendo que no pierdas el tiempo). Y al final lo único que sacas en claro es que la vida pasa muy deprisa, que lo mejor es intentar vivirla sin esperar a que sea demasiado tarde y que la mejor opción es a través del amor. No creo que haya nadie que lo contradiga. Y a falta de una historia "entretenida", como mensaje podría parecer demasiado obvio. Lo es, pero no olvidemos que a pesar de saberlo todo el mundo, no todo el mundo consigue ponerlo en práctica.

Las imágenes: obligatorio verla en pantalla de cine. Mientras la veía pensaba que esto en mi televisor de 30 pulgadas tenía que perder a la fuerza. La cámara de Malick no solamente busca una plasticidad exagerada. Que sí. Sinó que además vuela. Literalmente. Me ha quedado la impresión de ver como se innovaba en esto del cine que desde hace tiempo parece que esté todo inventado. Muchos lo intentan todavía (Ridley Scott, David Lynch, Steven Soderbergh,...) pero este señor ya mayor parece que haya encontrado la libertad y la serenidad necesarias para conseguirlo. Su ojo lo capta absolutamente todo.

Las interpretaciones: a pesar de Sean Penn que a priori sería el candidato a llevarse el gato al agua se pase todas sus intervenciones deambulando con expresión de un dolor de barriga permanente, el resto de los actores lo borda. Supongo que también algo habrá tenido que ver el método Malick que todos han comentado que no se parece en nada a lo que han vivido con otros directores. Impresionantes Brad Pitt y Jessica Chastain, pero quien me ha dejado más alucinado ha sido el joven Hunter McCracken. Lástima de orejas. Si no fuera por eso yo diría que tiene un gran futuro como actor por delante.

Recomiendo esta película a todo aquel que se haya informado mínimamente y sepa a lo que va. Desde luego no creo que sea para todo el mundo ni para todas las situaciones. No vayan "porque sale Brad Pitt y a mi todas las de Brad Pitt me gustan". A estas alturas con la información de que disponemos el que haga eso es o bien porque es un poco inepto o porque no le da la gana perder el tiempo antes.

Y por favor, no se queden solamente con las imágenes de postal que aparecen. Hay vida ahí dentro. Y lo que se refleja creo que es lo bastante universal para que a todo aquel con un mínimo de sensibilidad le dé para unos días de inspiración al menos hasta que vuelva a la asquerosa rutina del próximo lunes.