Yo pienso que para reírse mucho con una mala película de risa hay que ir preparado al cine para reírse, sino puede ser un sacrificio verla en lugar de un entretenimiento. Este es el caso de Los vampiros muerden, traducido literalmente del título original, o Híncame el diente, como ha sido titulado en español. A decir verdad yo he ido a reírme y me he reído mucho. La película es una parodia de la ya parodia de vampiros de la antecesora de Eclipse. Si ésta no tuviera momentos de parodia, difícilmente podrían haber creado una parodia propiamente dicha, como es la que estamos tratando. Y como he dicho al principio... reírte te puedes reír mucho, pero hay que entrar a verla con esa pretensión.

El éxito de esta historia radica en el uso de los silencios y de la inocencia que en todo momento irradian los personajes protagonistas. Gracias al empleo de estas dos características la cinta llega al espectador de una forma novedosa. Silencio, inocencia, frío, oscuridad y color azul sirven para definir a grandes rasgos la película. La sencillez, la pausa, la normalidad conducen al espectador de forma algo hipnótica a tener la sensación de que lo que ocurre no es un cuento sino una realidad en el lugar del mundo donde se desarrolla. Y esto último es lo que catapulta al espectador, manteniendo su interés casi hasta el final. Magnífico el niño actor principal.

La película cuenta con una gran idea original que se ve distorsionada por un planteamiento confuso de la historia y un entramado que deja bastante que desear. La película aburre y lo único que merece la pena es la idea entorno a la cual gira la historia. Aunque a veces eso es suficiente para ir a una película.

Cuesta bastante escribir algo sobre una película tan mala interpretada por un actor tan popular como Kevin Costner. Resulta chocante que con un mal guión y una mala dirección con malos actores (excepto Costner, que se salva sólo por ser popular, ya que poco puede hacer rodeado de tan pésimos materiales; aunque a lo mejor es donde él se siente grande) pueda salir algo válido para ser exhibido en salas de cine. Pero he aquí La otra hija, una película más que no aporta nada al cine de terror.

Esta película me parece interesante para contar la situación que algunas familias españolas de nivel medio-alto viven actualmente, en relación con la servidumbre latina y su situación económica deficiente. Pero realmente la película es floja, la persona protagonista plasma muy bien el carácter pasivo y aparentemente apagado de la gente de latinoamerica que busca trabajo casi de lo que sea en España. Hay momentos esperpénticos, claramente, que acentúan este carácter. Lo gracioso y lo que da la impresión que se le escapa al director, pues uno piensa que no se da cuenta de que lo que el espectador capta al final es que si bien los latinos están en clara desventaja económica, además de encontrarse en un país ajeno, es precisamente el español quien queda en rídiculo si fuera creíble, que no lo es, la historia. En fin, me parece una película que no sabe marcar los tiempos, no transmite el tiempo que pasa; exagera la determinación de la protagonista ante los acontecimientos y da la sensación de que el espectador no es tenido como suficientemente inteligente como para darse cuenta de tal sucesión de carencias.