Una película de realización decente. Escenarios y efectos que incluso a día de hoy se perciben adecuados. Sin actuaciones histriónicas ni descocadas. Las interpretaciones logran transmitir sensatez y realismo, y dan cierta forma a los personajes. No sé si los hechos transcurrieron como se relatan, pero en cualquier caso el argumento se narra con consistencia.

Digna de verse.

Absurdos los efectos sonoros, completamente irreales y sin el menor sentido. Además parecen sacados de una máquina de marcianos de los 80. Cuando en algún momento se parecen a algún sonido razonable para la situación, se decide exagerarlos bien exagerados.

Absurdo el modo de manejar la cámara. Vaya a sacudir una alfombra, hombre, y deje la cámara en paz. Que se la va a cargar.

Absurdo el argumento difuso, inconexo, con personajes hinchados con humo e irrelevancia.

Absurda la fotografía granulada con la que se pretende dar pátina de vejez a lo que el espectador ve.

No sé quién es el tipo que ha dirigido esto, ni qué ha dirigido antes, y bien poco me importa, la verdad. Algo relacionado con vegetales. Pero que se compre un trípode para la cámara, y que eche a su técnico de sonido, o acabará sin trabajo.