Ya desde las primeras escenas las imágenes nos llenan por completo, un lago salpicado de flores de loto, pequeñas barcas con mujeres recolectándolas, una pagoda.....típicas escenas vietnamitas que nos transportan más allá, a otro mundo, que sin embargo es muy real.

Distintas historias se entrecruzan en lo que podría ser el actual Hanoi, con sus miles de bicicletas, motos, las calles repletas de gente y de lluvia, lluvia continua, lluvia al atardecer y al anochecer que contrasta con el calor supremo que inunda las horas de sol.

Personajes sumidos en situaciones duras, en existencias monótonas, pero que luchan por darle un poco de sentido a sus vidas.

Al final una pequeña sonrisa se despierta en sus rostros.....

Un cine verdaderamente recomendable, delicado y suave, impactante en sus imágenes, en sus silencios, en los gestos de los que hacen esta pequeña historia, en la pobreza y sobre todo, en la esperanza, de que aunque sea mínimamente, las cosas pueden mejorar.

Especial, llena de magia en cada uno de sus planos, en sus palabras, en sus monólogos y en sus diálogos, en todas y cada una de las sílabas que conforman esta película.

Canto a la imaginación, a la valoración de la imaginación sobre todas las cosas, por encima de la edad, de la belleza, de la condición social.

Con Dario Grandinetti aprendí a amar la poesía, en especial la de Benedetti ( presente además en la cinta ...camuflado en un marinero que recita en alemán). Genial.

Nacha Guevara, encarnando a esa oscuridad que nos acecha a todos y cada uno de nosotros, sólo que con el protagonista entabla una, digamos, .... amistad. Genial.

Película redonda, absolutamente especial y sin ningún género de dudas, RECOMENDABLE.

La vida es poesía y .... nada más.

La realidad de las mujeres en un país como India no es fácil, pero el papel de las viudas, es como morir en vida...

Ante la muerte de su esposo, tres son las posibilidades para una mujer:

* Quemarse en la misma pila funeraria
* Casarse con el hermano pequeño de su marido (si la familia lo permite)
* Entrar en un "ashram”, casa de viudas para pasar el resto de su vida

En Water, la historia se desarrolla en esta tercera opción, en la que una niña de 8 años queda viuda al día siguiente de su boda con un anciano moribundo, y es llevada a un ashram por su propia familia.

Allí las mujeres viven o malviven en total abandono por parte de la sociedad, privadas de su vida, de su pelo, de sus vestiduras de color, privadas de su propio yo, ya que una viuda India es sinónimo de NADA... y lo que incluso es peor, las mujeres más jóvenes y más bellas son prostituidas como medio de subsistencia del Ashram, pero, ellas, ellas si que pueden conservar su pelo....

La película es tan sumamente bella y tan sumamente triste, que su visión se convierte en un salto continuo de sensaciones que no pueden dejar indiferente.

La protagonista "Chuyia" es un verdadero ángel con la cabeza totalmente rapada y vestida de blanco (como todas las viudas), es un canto a la inocencia, es una ventana que muestra la situación en la que viven millones de viudas, es un grito contra el fundamentalismo desmedido que obliga a morir por dentro.

Esta obra de arte que se desarrolla en la India de 1938, en el nacimiento de la Independencia, empezó a filmarse en Benarés en el año 2000, pero el rodaje fue totalmente imposible ya que los fundamentalistas entendieron que atacaba la religión hindú, y obligaron a la directora Deepa Mehta a esperar más de 4 años para empezar de nuevo el rodaje, esta vez en Sri Lanka.

El fruto final es una película muy recomendable, y aunque en muchos momentos las imágenes nos atraviesan la piel, nos duelen de una forma brutal, considero que hay mil razones para verla.

Otro de los puntos fuertes es su Banda Sonora (Mychael Danna & A.R. Rahman), música que nos transporta, que acompaña a cada plano y a cada situación de un forma soberbia. Hiper recomendada.

En resumen, 11 millones de mujeres que en la actualidad viven en un "Ashram" en India merecen que conozcamos su situación, y puedo asegurar que con ésta película es la forma más bella y delicada de hacerlo.

A pesar de que el tema que trata ha sido mil y una veces utilizado, debo decir que en este caso los dos protagonistas, él, Alain Chabat, ella, Charlotte Gainsbourg, dan un resultado curioso y sobre todo, muy divertido.

El, único hijo varón de una familia muy unida, está soltero a sus 43 años.
Ellas, su madre y sus hermanas, quieren que siente la cabeza y que se case.

Así que, ante la presión, y después de muchas citas a ciegas concertadas......pone en marcha lo inevitable.....y allí aparece Ella, una chica llena de una magia especial, original, ......

En resumen, una comedia, muy francesa, muy divertida.

¿Recomendable?

Si, claro.

Un interesante viaje a través de un extraño mundo, el mundo descubierto por un personaje que se mueve entre lo real, lo inventado, lo soñado, lo irreal... aunque los límites entre estas dimensiones son, o mejor dicho, no son, no son tampoco verdaderos.

¿Donde está la diferencia entre los que soñamos y lo que realmente hemos vivido o vamos a vivir?

Como dice el protagonista:

Sin sueños no somos más que vísceras y miedos.
Sin sueños no somos más que una bolsa con mierda.

La película es también un canto al amor, al verdadero, el que nos une al otro de por vida y de por muerte, el que no se acaba, el amor que hace que nos encontremos con el otro en todas nuestras vidas, en ocasiones un amor imposible pero tan real como el sol que nace cada día.

Curiosa cinta, recomendable para los que creen en los sueños, y para los que creen en el amor.

Si sueños no hay ilusión, y sin ilusión ...... se vive menos.