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Críticas de Camliça
3 de septiembre de 2011
403 de 601 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leer críticas profesionales como "radical, voraz, quirúrgicamente perfecta" o anónimas que la alaban sin mesura me ha desconcertado.
No me considero ni Almodóvar fan ni un Carlos Boyero del director manchego. He disfrutado con alguna de sus películas y me he sentido defraudado en otras. Mantener un nivel alto en cualquier faceta de la vida es imposible. Pero La piel que habito es mala.
Vendida como thriller de terror psicológico, lo que abundaba entre las butacas eran las risas. Pero no, no es "el humor de Almodóvar". El terror se le ha escapado de las manos con diálogos burdos, interpretaciones surrealistas y una historia propia de telefilme dominguero.
La primera media hora es un truño. Se esfuerza en presentarnos a un doctor sin escrúpulos, con su laboratorio (recuerda más a CSI que a otra cosa), su cobaya y su chalet de la sierra. Solo la fe en que mejore la cosa evita el sopor.
Luego se anima con flashbacks que intentan justificar algo hasta el decepcionante desenlace.
Ni rastro de los geniales diálogos (con alguna excepción). Ni un atisbo de interpretaciones para el recuerdo. Ni por asomo la angustia prometida. Solo se salvan la música de Alberto Iglesias y una Elena Anaya superior a la calidad del filme.
Una hilada promoción puede hacer que acudas al cine con las máximas expectativas y salgas indignado y con el bolsillo vacío.
Si eres muy bueno haciendo lo de siempre, haz lo de siempre. ¿Alguien se imagina a Iñaki Gabilondo presentando Sálvame?
Pues eso.
No me considero ni Almodóvar fan ni un Carlos Boyero del director manchego. He disfrutado con alguna de sus películas y me he sentido defraudado en otras. Mantener un nivel alto en cualquier faceta de la vida es imposible. Pero La piel que habito es mala.
Vendida como thriller de terror psicológico, lo que abundaba entre las butacas eran las risas. Pero no, no es "el humor de Almodóvar". El terror se le ha escapado de las manos con diálogos burdos, interpretaciones surrealistas y una historia propia de telefilme dominguero.
La primera media hora es un truño. Se esfuerza en presentarnos a un doctor sin escrúpulos, con su laboratorio (recuerda más a CSI que a otra cosa), su cobaya y su chalet de la sierra. Solo la fe en que mejore la cosa evita el sopor.
Luego se anima con flashbacks que intentan justificar algo hasta el decepcionante desenlace.
Ni rastro de los geniales diálogos (con alguna excepción). Ni un atisbo de interpretaciones para el recuerdo. Ni por asomo la angustia prometida. Solo se salvan la música de Alberto Iglesias y una Elena Anaya superior a la calidad del filme.
Una hilada promoción puede hacer que acudas al cine con las máximas expectativas y salgas indignado y con el bolsillo vacío.
Si eres muy bueno haciendo lo de siempre, haz lo de siempre. ¿Alguien se imagina a Iñaki Gabilondo presentando Sálvame?
Pues eso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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20 de octubre de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos los que hemos estado en Estambul y nos hemos dejado empapar de su espíritu más allá de los tours turísticos, nos sentiremos en cierto modo reflejados en el significado de esta película. Es la historia de un Europeo acomodado que encuentra la felicidad más mística entre los entresijos de la vida turca.
Una película bien rodada, bien interpretada y que sirve con mucho gusto pequeñas dosis del lirismo y la magia de Estambul logrando enganchar al espectador. Es difícil poder transmitir esa sensación a través de una película, pero Özpetek lo consigue.
La historia en este caso queda en segundo plano. Los entresijos amorosos sirven de guía argumental para transmitir lo importante de la película: el hechizo de Estambul.
No se muestra una ciudad bellísima (que lo es), ni bulliciosa (que lo es), ni turística (que lo es)... Se muestra el verdadero Estambul, el que te engancha para siempre y te hace irremediablemente suyo.
Una película bien rodada, bien interpretada y que sirve con mucho gusto pequeñas dosis del lirismo y la magia de Estambul logrando enganchar al espectador. Es difícil poder transmitir esa sensación a través de una película, pero Özpetek lo consigue.
La historia en este caso queda en segundo plano. Los entresijos amorosos sirven de guía argumental para transmitir lo importante de la película: el hechizo de Estambul.
No se muestra una ciudad bellísima (que lo es), ni bulliciosa (que lo es), ni turística (que lo es)... Se muestra el verdadero Estambul, el que te engancha para siempre y te hace irremediablemente suyo.
19 de octubre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mulholland Drive es una película atípica, inclasificable y sobre todo, genial.
El director juega con el espectador desde el minuto uno tirando pequeñas pistas que solo los más hábiles (y aún así es realmente difícil) lograrán hilar a las primeras de cambio.
No hay spoilers que valgan: Mulholland Drive puede tener una o mil lecturas e interpretaciones, pero todas ellas tras perderse unos segundos en la red buscando "significado de Mulholland Drive". O eso, o te montas tú tu propia película y le das sentido a una serie de historias e intrahistorias que te desconciertan y te fascinan de igual modo.
Los detalles hacen aún mejor si cabe a esta película. La fotografía, la excelente banda sonora, las excelentes interpretaciones de las protagonistas (si, Naomi Watts está espectacular)... un entramado de emociones estéticas que no quedan en el vacío, si no que enmarañan una trama tan bien hilada como el propio mensaje que intenta transmitir el director.
El mundo onírico de Lynch es una pequeña obra de arte.
El director juega con el espectador desde el minuto uno tirando pequeñas pistas que solo los más hábiles (y aún así es realmente difícil) lograrán hilar a las primeras de cambio.
No hay spoilers que valgan: Mulholland Drive puede tener una o mil lecturas e interpretaciones, pero todas ellas tras perderse unos segundos en la red buscando "significado de Mulholland Drive". O eso, o te montas tú tu propia película y le das sentido a una serie de historias e intrahistorias que te desconciertan y te fascinan de igual modo.
Los detalles hacen aún mejor si cabe a esta película. La fotografía, la excelente banda sonora, las excelentes interpretaciones de las protagonistas (si, Naomi Watts está espectacular)... un entramado de emociones estéticas que no quedan en el vacío, si no que enmarañan una trama tan bien hilada como el propio mensaje que intenta transmitir el director.
El mundo onírico de Lynch es una pequeña obra de arte.
12 de enero de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quien ve Yumurta por primera vez puede sentirse desorientado por ser una película lenta y con alguna que otra escena en clave del director. Yüsuf regresa a su ciudad natal para el entierro de su madre y va visualizando lentamente su pasado, sus paisajes y su infancia.
Con una fotografía evocadora, sin música o artificios, esta trilogía de Kaplanoğlu es un retrato voraz de la Turquía más desconocida, de sus costumbres y del gran salto existente entre las ciudades importantes (Istanbul, Izmir) y el resto del país, así como también del gran salto vivido por el país en los últimos años. Es una película que debe ser vista como una parte y no de forma individual, ya que cobra todo el sentido en un cojunto.
Con una fotografía evocadora, sin música o artificios, esta trilogía de Kaplanoğlu es un retrato voraz de la Turquía más desconocida, de sus costumbres y del gran salto existente entre las ciudades importantes (Istanbul, Izmir) y el resto del país, así como también del gran salto vivido por el país en los últimos años. Es una película que debe ser vista como una parte y no de forma individual, ya que cobra todo el sentido en un cojunto.
19 de octubre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá sea muy poco sensible, lo reconozco, pero esta película no es, ni de lejos, lo que me esperaba. Me la vendieron como la más desagradable, difícil de ver, repugnante, agónica... y claro, yo que soy un tío totalmente gore al que le encanta ver vísceras y escenas lo más realistas posibles, me he llevado un chasco tremendo.
Para los más sensibleros, vale, puede dar asco. La idea en si es sádica a más no poder.
Pero se desinfla todo en unas interpretaciones cutres, un guión muy previsible y en ocasiones absurdo y poco más.
Al menos yo, no he sentido ni angustia, ni miedo, ni asco ni nada... porque en ningún momento me he dejado llevar por la película.
Donde esté el terror psicológico de la vida misma, que se quiten los experimentos de miedo gratuito.
Para los más sensibleros, vale, puede dar asco. La idea en si es sádica a más no poder.
Pero se desinfla todo en unas interpretaciones cutres, un guión muy previsible y en ocasiones absurdo y poco más.
Al menos yo, no he sentido ni angustia, ni miedo, ni asco ni nada... porque en ningún momento me he dejado llevar por la película.
Donde esté el terror psicológico de la vida misma, que se quiten los experimentos de miedo gratuito.
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