Drama homosexual que refleja de forma natural las diversas actitudes y comportamientos de los compañeros de colegio, los padres y la sociedad en general en una ciudad de Francia. Un retrato realista del sufrimiento por ser diferente en una sociedad que sigue cargada de prejuicios. La siempre difícil (en el mejor de los casos) aceptación de unos padres y la negación y repulsa de otros. Película discreta y para todos, emotiva y genialmente interpretada. No exenta de lágrimas. Muchos padres comprenderán que es lo importante por encima de los condicionamientos sociales.

Las series y películas australianas me resultan bastante parecidas a las americanas. Esta no deja de ser entretenida; su parte tecnológica, política y confidencial. El aislamiento de las personas y familias desplazadas a un remoto lugar de Australia, las relacciones familiares y laborales siempre limitadas por cuanto se pueden contar entre ellos mismos y lo que pueda trascender a la población en general. Puede llegar a entretenerte. A su favor también que son seis capítulos.

Floja, plana, sin nada nuevo, sin emoción, aburrida... Muchos capítulos de Glee son mucho mas interesantes. Casi dos horas para no aportar nada de nada. Una pena. Rebel Wilson completamente desaprovechada... y qué decir de los presentadores y sus comentarios.