Ojalá te mueras (2018)

Una de las mayores sorpresas, por inesperada, del presente Atlántida Film Fest, es esta producción húngara de curioso título, que refleja certeramente el cambiante, dubitativo y generalmente frustrante mundo adolescente.

Y aunque no sea en absoluto novedosa, su estructura narrativa siempre es curiosa y efectiva cuando se hace bien, como es el caso. El ver situaciones desde el punto de vista de un personaje... que ya hemos visto antes desde el de otro de ellos.

Fresca, observadora, inquietante a ratos (impresiona la mirada del chico, en su obsesión amorosa) y muy atractiva película.

El director hungaro Mihály Schwechtje nos presenta su ópera prima, hasta la fecha solo había dirigido algún cortometraje. Estamos ante un thriller con un conjunto de adolescentes que funciona bien de principio a fin. La película tuvo su presentación oficial en el Festival de cine de Montreal dentro la sección operas primas, también formó parte de la sección oficial del Festival de cine de Tarragona y ahora podemos disfrutar de ella en una nueva edición del Atlàntida Film Festival dentro de la sección Generación.

La historia se centra en Eszter, una chica de 16 años que está enamorada en secreto de su profesor de inglés, durante un día de clase el profesor les anuncia que se vuelve a país de origen y deja las clases, para Eszter será un palo muy grande. Mientras tanto su compañero de clase Peter está desesperadamente enamorado de ella. A partir de ese mismo día la joven protagonista empezará a recibir continuos mensajes de amor por parte de su profesor y entre ellos empezará una relación a distancia basada en continuas conversaciones online.

EL principal objetivo que nos quiere mostrar el director es cómo funciona la juventud actual y cuáles son sus preocupaciones, para mostrarnos todo esto elabora una historia con continuos giros de guion y una estructura narrativa muy convencional, pero que funciona a la perfección.

Otro aspecto que hace que la película funcione muy bien son los actores, tanto los jóvenes como los padres de los mismos, entre ellos se va formando un cocktail donde los deseos, las frustraciones y las inseguridades son continuas. Lo que más me impacto aparte de lo comentado, son los continuos silencios y miradas obsesivas entre los dos jóvenes protagonistas. Película muy recomendable con una impactante escena final.

Lo mejor: Los giros de guion y su estructura narrativa
Lo peor: Cuando se producen las conversaciones en el chat, cansa un poco

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net