Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Musical. Drama. Romance Musical sobre la vida de la cantante y actriz cómica de origen judío Fanny Brice, que obtuvo su primer gran éxito en el Keeney’s Music May gracias a su divertido debut como patinadora. Un año después, empieza a trabajar en el famoso Follies y pronto se convierte en una estrella. A nivel personal la historia se centra en su relación con su segundo marido, Nick Arnstein, un jugador profesional. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2010
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su penúltima película y casi a los setenta años de edad, William Wyler estaba a punto de cerrar una grandiosa carrera (Cumbres Borrascosas, Los mejores años de nuestras vidas, La Heredera, Vacaciones en Roma, Horizontes de Grandeza, Ben-Hur, La Calumnia, El Coleccionista, todas sus colaboraciones con Bette Davis) por todo lo grande: con un homenaje espectacular a los musicales del viejo Hollywood, cuando la nueva generación – Spielberg, Coppola, Scorsese-lo iba a cambiar para siempre; y la presentación en el cine de una figura clave del mundo del espectáculo futuro: Barbra Streisand.

Funny Girl es todo lo que una superproducción del cine clásico quería ser: no sólo se apreciaba su grandeza por el tamaño y el lujo de sus decorados, o sus espectaculares movimientos de cámara, o su exquisita fotografía; en estas cintas hay además un aprecio por la inteligencia del guión que eleva a la película a la categoría de clásico. En el caso de Funny Girl incluso aprovecha el talento cómico de su protagonista para reírse cariñosamente del género; y está tan bien construido, define tan bien a todos los personajes y sus relaciones, su clase social, su ambición, los prejuicios de géneros..., que es casi imposible no reír o llorar con la extraordinaria historia real de Fanny Brice, una humilde joven judía que quería ser cantante y actriz, y lo consiguió con muchísimo éxito, pero nunca pudo olvidar que -por desgracia- la vida no es un cuento de hadas.

Barbra Streisand tomó el papel diecisiete años después de la muerte de la auténtica Fanny Brice, y cuatro años después de haberla dado vida en Broadway. Y en la cinta posee tal cantidad de energía, de pasión y de emotividad, que no es extraño que con esta su primera película ganara el Oscar y se convirtiera en una gran estrella, de cine en este caso. Su talento para la comedia (en la primera parte del metraje) y para el drama (en la segunda), es innegable, pues toma el personaje de Fanny a través de todos sus matices, desde los físicos hasta los emocionales, para culminar con una insuperable actuación (My Man), que le abrió las puertas del estrellato.

Por supuesto, quien no soporte a Streisand, no sabrá apreciar Funny Girl, pero se perderá uno de los últimos testamentos del musical clásico, un reparto perfecto al completo (no hay un actor más adecuado que Omar Sharif para su papel: su sutileza y su clase son reveladoras como marido de Fanny), un repertorio musical memorable, y una experiencia cinematográfica “de programa doble” que alcanza elevadísimas cotas de emoción más o menos cada cinco minutos de metraje: un verdadero placer.
jaly
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow