No del todo satisfecho con el resultado final de la película Burton, ya más asentado, decidió que la secuela de Batman no debería incluir ninguna concesión y que por ello, aún a costa de perdida de popularidad, debería llevar su impronta personal.

Efectivamente eso se notó en el resultado final, ya que esta vez asistimos a un Batman más oscuro, con una trama dual en la que no sólo vemos la típica lucha del heroe contra sus antagonistas, sino una lucha contra las propias contradicciones internas del protagonista.

Así, la película es un juego constante de espejos, donde el pinguino representa la parte animal inadaptada del personaje y Catwoman es la linea que Batman no cruzó y que hace pasar de la categoría de justiciero a verdugo.

Burton traspasa su visión gótica a un nivel superior, convirtiendo a Gotham en una ciudad barroca, tenebrosa, casi sin esperanza, como si cada edificio, cada recoveco, cada esquina destilara amargura y pidiera a gritos una salvación, hasta el punto de confiar en cualquiera que ofrezca una mínima oportunidad de redención, de tal manera que no puede identificar quienes son los heroes y quienes los villanos.

Aunque quizás lo más destacado es el análisis psicológico de los personajes. Así Batman aparece como alguien torturado, que es consciente de su misión, pero demasiado condicionado por los traumas de un Bruce Wayne harto de su doble vida y de aparentar ser alguien que no es. El pingüino por su parte aparece como un ser deformado, vengativo, muy lejos de la habitual imagen de los cómics, y que curiosamente por ello es más creible. Así casi uno consigue sentir pena por él, o al menos entender sus motivaciones. Catwoman, es quizás el personaje más interesante del film. Se trata de el reverso tenebroso de Batman, de una mujer, que a diferencia de Wayne, no puede dejar atrás el pasado y que se consume por su odio contra todos pero sobre todo contra si misma por ser débil y haberse convertido en la visión degenerada de la mujer fuerte que soñó ser.

No faltan sus escenas de acción, por supuesto, pero estas son contadas, y en absoluto determinan el tono del film, más centrado en ser una película que versa más sobre la naturaleza humana y sus claroscuros que en ser una adaptación más de superheroes.

Quizás por su temática adulta, defraudo a muchos, pero este "Batman returns", es quizás la película más fiel, si bien no tanto a nivel de fidelidad al cómic, al espíritu del universo Batman.

Lo mejor: El continuo juego de confrontaciones psicológicas.
Lo peor: El personaje de Walken merecía más atención que la de simple manipulador.