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España España · Barcelona
Voto de Rafa_G:
6
Comedia Harry Deane (Colin Firth) es un restaurador de arte que elabora un sofisticado plan para estafar a Lionel Shabandar (Alan Rickman), el hombre más rico de Inglaterra y, además, un ávido coleccionista de obras de arte. Su objetivo es venderle un falso Monet. Como cebo utiliza a la sexy PJ (Cameron Diaz), una excéntrica e impredecible reina del rodeo de Texas, para que se haga pasar por una mujer cuyo abuelo localizó la pintura a finales ... [+]
11 de febrero de 2013
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia del cine está plagada de comedias sobre robos y estafas. Algunas son auténticas obras maestras imposibles de olvidar, como El golpe (The Sting, George Roy Hill 1973), Nueve Reinas (Fabián Bielinsky, 2000) o Marnie, la ladrona (Alfred Hitchcock, 1964). Un plan perfecto no entrará en la historia del cine, pero nos hará pasar una tarde agradable. Incluso nos hará soltar alguna que otra carcajada. El guión, basado en una casi desconocida comedia de los años 60, lo firman los hermanos Coen. En la original, Michael Caine hacía el papel de Harry, el cuadro es una escultura, Shirley MacLaine es euroasiática y la estafa se desarrolla en Hong Kong en lugar de Londres. La adaptación ha sido muy libre, actualizando los temas, los escenarios y los diálogos. No destaca por su originalidad, pero todo está hecho con profesionalidad y buen gusto.

Colin Firth borda el papel cómico, especialmente durante su odisea en el Hotel Savoy. Contrasta con su talento y buenos modales "british" con una muy americana Cameron Diaz. Cameron, que tiene papeles más logrados de este tipo (inolvidable en Algo pasa con Mary y su "gomina especial"), está encantadora sin más. Mientras Alan Rickman confiere una fuerte personalidad, muy suya, al magnate Martin Zaidenweber.

La trama es muy ligera, aunque aporta algún giro más o menos sorprendente. Los diálogos son fluidos, incluso brillantes en determinadas escenas (la inscripción en el Hotel Savoy, de nuevo, con un malentendido entre lo que hablan Harry y PJ y lo que entienden los recepcionistas).

Nos quedaremos con la duda de lo que hubiera sido si los Coen también hubieran dirigido la cinta. Al director, Michael Hoffman, lo recordaremos por películas como Un día inolvidable (1996), El sueño de una noche de verano (1999) o La última estación (2009). Se trata de un cineasta bastante plano, más artesano que artista, sin grandes éxitos ni clamorosos fracasos.

Un plan perfecto es un producto de consumo fácil, que dejará en el espectador sensaciones favorables, aunque entretenga sin enamorar.
Rafa_G
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