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Voto de Tony Montana:
10
Aventuras. Acción En esta tercera entrega, el padre del protagonista (Harrison Ford), Henry Jones, también arqueólogo (Sean Connery), es secuestrado cuando buscaba el Santo Grial. Indiana tendrá que ir a rescatarlo y, de paso, intentar hacerse con la preciada reliquia, que también ambicionan los nazis. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2006
122 de 142 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es posiblemente junto con El tesoro de Sierra Madre la película de aventuras por excelencia. De las anteriores partes, todos guardamos escenas imborrables, como Indi corriendo delante de la bola en El arca perdida o peleando en las minas en El templo maldito. Pero sin duda, esta tercera parte ofrece los mejores momentos de una trilogía de por sí histórica.

Posiblemente, en manos de cualquier otro, esta hubiera sido una película de aventuras cutre y previsible. Pero con Spielberg al mando, adquiere unas cotas de calidad increibles. Unas escenas de acción increíblemente dirigidas y montadas. En manos de cualquier otro, serían unas escenas de explosiones, persecuciones y disparos, haciendo de ellas algo anodino. En manos de Spielberg, se convierten en auténticas maravillas, de las que el espectador no se cansa, con una planificación bestial, propia del Rey Midas.

A pesar de contar con todos los tópicos de este género ( protagonista guaperas, chica despampanante y malo maloso ), el guión consigue no caer en lo fácil, y plantea situaciones que no hagan que el espectador vea una y otra vez lo mismo. Y aquí se le agrega un componente importantísimo: su padre el doctor Jones senior. Encarnado magistralmente por Sean Connery, y aporta a a la trama algunos momentos cómicos sin igual ( "¡ Padre, avión a las 12 en punto !"). Y nos demuestra que todo héroe tiene sus miedos internos y sus malos recuerdos. El personaje de su padre complementa así una vertiente desconocida por el espectador, su difícil infancia.

Dicha infancia se nos presente ( y de qué manera ) al comienzo de la película. La pasión de Indiana por las aventuras no es nueva, ya que desde su juventud, siente auténtica pasión por la arqueología. No podrá quejarse River Phoenix del papel que le reservo el maestro. Y precisamente es en ese segmento cuando nos damos cuenta de como consiguió el héroe esos elementos que le hicieron tan celebre: su látigo, su sombrero, y su cicatriz. Esos elementos que nos hacen identificarle sin necesidad alguna de que nos recuerden quién es.

Particularmente hay una escena que me parece muy significativa, y es cuando le están explicando cuál va a ser su tarea, y el personaje de Walter, al tiempo que le explica la historia del grial, le entrega simbólicamente una copa de champán.

Sólo queda esperar a que nos entreguen la cuarta entrega de esta maravilla de saga, que nos ha hecho soñar a más de uno sin necesidad de salir de casa.
Tony Montana
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