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México México · Puebla
Voto de wraparty:
7
Drama Seymour Lvov, “el Sueco”, es un exitoso hombre de negocios con una vida perfecta que ve como su estabilidad familiar peligra por la turbulenta situación política estadounidense de la década de los 60. La tormenta se desata cuando su hija Merry desaparece tras ser acusada de cometer un acto violento. Lvov se dedicará a buscarla y a reunir a su familia. Lo que descubre remueve sus cimientos, forzándole a mirar más allá de la superficie y ... [+]
21 de diciembre de 2016
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ciertas ocasiones uno admira (e incluso envidia) a aquellas personas que parecen tenerlo todo: dinero, posición social, carisma, una familia perfecta e incluso belleza física. Así, en el día a día se presentan personajes cuya aparente perfección hacen que uno se pregunte cómo es posible que la vida entregue tanto a una sola persona, mientras que otros tienen que vivir con su propia y menos favorecida realidad. No obstante, las cosas no siempre son lo que parecen y si uno observa más a fondo se dará cuenta de que nadie está exento de vivir experiencias que amenazan con irrumpir en la supuesta perfección.

Esto es lo que ocurre en American Pastoral, película basada en el libro homónimo de Philip Roth y que tiene como personaje principal a Seymur “Swede” Levov. “El sueco” es el sueño americano en persona: un hombre de origen judío que durante sus años escolares fue la estrella en tres deportes diferentes, héroe de guerra, dueño de una de las empresas más prósperas de Newark, New Jersey, y quien por si fuera poco logró conquistar a Dawn Dwyer, una de las mujeres más bellas de todo el estado. No obstante, la perfección de Swede se ve amenazada por su hija Merry, quien desde pequeña sufre de una tartamudez cuyo origen no queda claro para muchos, puesto que algunos piensan que se trata de un acto voluntario.

Conforme pasan los años y en plena efervescencia de los movimientos sociales en los Estados Unidos de la década de los sesenta, Merry se convierte en una adolescente radical, cuestionando el estilo de vida de su propia familia y cuyos ímpetus la convierten en la principal sospechosa de plantar una bomba en la oficina de correos de su localidad. Con una hija desaparecida, una esposa trastornada y siendo señalado por la sociedad por la presunta implicación de su familia en un ataque de tal envergadura, la vida de Swede dará un giro radical, quien no descansará hasta encontrar a su hija y aclarar cuál fue su participación en el lamentable atentado: es el fin del sueño americano.

Es así como Ewan McGregor debuta como director asumiendo el reto de adaptar una de las obras más significativas de la literatura estadounidense en la pantalla grande. Desde el punto de vista de alguien que no ha leído el libro (el cual es el caso de quien escribe estas líneas), da la sensación de que éste incluye demasiados temas que deben tratarse de forma más amplia para dar consistencia a la historia, por lo que al parecer su adaptación a la pantalla grande era muy difícil. Así, a pesar de que la cinta cuenta con algunos momentos en los cuales es capaz de sacudir al público, ésta es incapaz de engancharlo del todo, puesto que no desarrolla adecuadamente a los personajes principales. De esta forma, el no conocer a fondo la frivolidad de Dawn ni el origen del radicalismo de Merry, hacen difícil que el público quede convencido acerca de las motivaciones de sus acciones, mientras que la superficialidad con la que se trata el entorno social de los Estados Unidos en esa época no ayuda para siquiera realizar conclusiones propias.

En cuanto al reparto, a Ewan McGregor (Big Fish, Moulin Rouge!) no le sienta bien el papel de Swede, ya que es difícil considerar al británico como la personificación del sueño americano, por lo que sus esfuerzos por presentarse como tal no rinden el fruto esperado. Por otra parte Jennifer Conelly (A Beautiful Mind, Blood Diamond) es víctima del poco desarrollo que se le dio al personaje de Dawn, cumpliendo con una función casi ornamental como una esposa ideal de belleza envidiable, sin profundizar en la esencia de la otrora reina de belleza. En cuanto al papel de Merry, la elegida fue Dakota Fanning (I am Sam, Man on Fire) quien realiza un trabajo bastante convincente como la tartamuda y radical adolescente que decide quebrar la perfección del mundo que le rodea, demostrando que su carrera no terminó cuando alcanzó la mayoría de edad. Por último, vale la pena mencionar a Valorie Curry (Blair Witch) quien destaca en el papel de Rita Cohen, una supuesta amiga de Merry que se pone en contacto con Swede para informar sobre el paradero de su hija y quien sin lugar a dudas protagoniza una de las mejores escenas del largometraje.

En conclusión, se trata de una película que va perdiendo el ritmo en la medida en que se desarrolla su trama, haciendo que los eventos no lleguen a causar el impacto que uno hubiera deseado y que no logra conjuntar todos sus elementos para presentar una historia que tenga más sentido. Así, el espectador sabe que hay algo más, algo oculto, el problema es que el director no fue capaz de aclararlo y deja varias dudas sin resolver, aportando simples indicios. ¿Por qué quería Merry romper con “El Sueño Americano”? ¿Se trataba solo de rebeldía inspirada por el radicalismo de los sesenta? ¿Era en realidad Lyndon Johnson el objeto del odio de la adolescente? La cinta deja ver que existía algo más en la relación padre e hija que la motivó para seguir ese camino, pero todo queda en el aire. No obstante, se trata de una cinta interesante e incluso recomendable, teniendo como su mayor virtud el despertar la curiosidad acerca del trabajo literario de Roth.

Calificación: TÚ DECIDES.
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