Una película de terror de lo más típica, que no destacaría si no fuese por sus atractivas protagonistas y sus logradas escenas de asesinatos. En algunos momentos puede rozar lo patético, pero a mi juicio puede ser un punto positivo porque ella misma no se toma en serio y no pretende otra cosa que hacernos pasar un buen rato viendo una matanza de barbies. Sin duda alguna se agradece que haya bastante carne fresca a quien asesinar y que ellas mismas tampoco sean muy inteligentes y vayan directas a la boca del lobo.

Desde luego no es nada espesa y no creo que pretenda engañar al público, es un producto directo, comercial y que deja buen sabor de boca.

Lo mejor: El plantel de protagonistas, encabezadas por la neumática Denise Richards.
Lo peor: el asesino tiene cara de bebé y no aterroriza.