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2000
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Animación. Ciencia ficción. Aventuras
Año 3208. La Tierra está siendo atacada por los malvados alienígenas Drej, una raza altamente evolucionada hecha de energía pura. En medio del caos, miles de naves han de despegar de la superficie de la Tierra; el científico Sam Tucker llama a su hijo, Cale, un niño de cinco años, y le manda lejos de la Tierra en una nave espacial para que esté a salvo. Tucker se marcha en la nave espacial Titan -la astronave mejor dotada de la galaxia- ... [+]
22 de enero de 2007
45 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
La “space opera” (en adelante, SO), o género de aventuras en naves espaciales, se acuñó como término despectivo para etiquetar a unas películas de aventuras fantacientíficas de apariencia insustancial basadas en relatos de ciencia-ficción publicados en EE.UU. en la primera mitad del siglo XX, en revistas de material barato, con muchas páginas y portadas de colorines, conocidas como “pulp magazines”, como las aventuras de Buck Rogers, creadas por Phillip F. Nowlan, y, sobre todo, en los cómics de la misma temática, como el propio “Buck Rogers in the 25th century”, que adaptaron el propio escritor y el dibujante Richard Calkins. Cuenta la leyenda que Edgar Rice Burroughs, uno de los padres literarios de la SO, se inició en la literatura cuando, después de leerse una de aquéllas revistas, se dijo: “Si la gente paga por leer esto, yo puedo escribir historias que sean, al menos, tan malas”.
Titan A.E. es, para el que esto suscribe, el paradigma de SO “post-Star wars” (cuando los efectos especiales concedieron a la SO una identidad propia):
- Espacios exóticos y tiempos distantes (herencia de la literatura romántica), que Lucas inmortalizó con el conocido “A long time ago in a galaxy far, far away...” (Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana...). Titan A.E. posee una riqueza desbordante de entornos como el del planeta Sesharrim, de superficie acuática, poblado por árboles de hidrógeno y con una luna quebrada en su horizonte, o como el de los anillos de hielo de Tigrin de la nebulosa Andali que sirve de escenario a una de las secuencias más curiosas. Lo de los nombres extraños es otro ingrediente importante.
- Tecnología científica al servicio de la guerra. Lo que conlleva una influencia narrativa del género bélico, sobre todo de sus variantes de buques (y submarinos) o de aviación. En Titan A. E., además, no faltan las explosiones, acción sin parar y muchos, muchos rayos láser. También es fundamental que los diseños de las naves sean originales pero verosímiles.
Titan A.E. es, para el que esto suscribe, el paradigma de SO “post-Star wars” (cuando los efectos especiales concedieron a la SO una identidad propia):
- Espacios exóticos y tiempos distantes (herencia de la literatura romántica), que Lucas inmortalizó con el conocido “A long time ago in a galaxy far, far away...” (Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana...). Titan A.E. posee una riqueza desbordante de entornos como el del planeta Sesharrim, de superficie acuática, poblado por árboles de hidrógeno y con una luna quebrada en su horizonte, o como el de los anillos de hielo de Tigrin de la nebulosa Andali que sirve de escenario a una de las secuencias más curiosas. Lo de los nombres extraños es otro ingrediente importante.
- Tecnología científica al servicio de la guerra. Lo que conlleva una influencia narrativa del género bélico, sobre todo de sus variantes de buques (y submarinos) o de aviación. En Titan A. E., además, no faltan las explosiones, acción sin parar y muchos, muchos rayos láser. También es fundamental que los diseños de las naves sean originales pero verosímiles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
- La búsqueda de algo muy importante, casi equivalente a una búsqueda de la libertad. En este caso, se busca una nave que guarda el proyecto Titán que dará a los humanos un planeta y un hogar. La idea de una humanidad errante en el espacio profundo no es nueva. Sin aventurarse mucho en el pasado, ahí está Battlestar Galactica.
- Una fuerza amenazante que ponga en riesgo la misión (y la misma libertad). Los drejs, que atacaron la Tierra sin previo aviso (en clara referencia a Pearl Harbor) y la destruyeron, buscan el proyecto Titán para destruirlo.
- Unos adversarios malignos y tenebrosos. Para entendernos, deben pertenecer al lado oscuro del universo de marras. La reina drej tiene una voz metálica y distorsionada y sus movimientos ralentizados irradian inquietud.
- Los humanos tratan con insólitas criaturas alienígenas. La estación de desguace Tau-14 es un hervidero de tipos procedentes de todo el universo. Y no falta el clásico “a mi amigo no le gustas y a mí tampoco” que le decía un bicho raro a Luke Skywalker en la cantina de Tatooine, y que aquí también le ocurre a Cale.
- Unos diálogos desenfadados de andar por casa (nada de sátiras ni de comedias críticas).
- Un final feliz. Es una norma narrativa que Titan A. E. cumple con exquisito rigor.
- Una fuerza amenazante que ponga en riesgo la misión (y la misma libertad). Los drejs, que atacaron la Tierra sin previo aviso (en clara referencia a Pearl Harbor) y la destruyeron, buscan el proyecto Titán para destruirlo.
- Unos adversarios malignos y tenebrosos. Para entendernos, deben pertenecer al lado oscuro del universo de marras. La reina drej tiene una voz metálica y distorsionada y sus movimientos ralentizados irradian inquietud.
- Los humanos tratan con insólitas criaturas alienígenas. La estación de desguace Tau-14 es un hervidero de tipos procedentes de todo el universo. Y no falta el clásico “a mi amigo no le gustas y a mí tampoco” que le decía un bicho raro a Luke Skywalker en la cantina de Tatooine, y que aquí también le ocurre a Cale.
- Unos diálogos desenfadados de andar por casa (nada de sátiras ni de comedias críticas).
- Un final feliz. Es una norma narrativa que Titan A. E. cumple con exquisito rigor.