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Voto de cinedesolaris:
8
Thriller. Drama Tras sufrir la pérdida de su hijo, el sheriff jubilado George Blackledge y su mujer Margaret dejan su rancho en Montana para tratar de rescatar a su nieto Jimmy en Dakota del norte que está bajo la tutela de la poderosa familia Weboy, pues la nuera se ha vuelto a casar con otro hombre. La matriarca Blanche Weboy, tras descubrir las intenciones de los Blackledge, decide hacer todo lo posible para impedir que el niño regrese con sus abuelos. (FILMAFFINITY) [+]
14 de diciembre de 2020
39 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que sorprenden gratamente, por inesperadas. Es el caso de Uno de nosotros (Let him go). En primer lugar, por su director, Thomas Bezucha, quien entre el 2000 y el 2011 había realizado tres comedias, la más conocida, La familia Stone (2008). No es un cineasta de quien se podía imaginar una obra de este calibre. En su segundo lugar, por su concepción del drama y de la narración. Parecen ya de otro tiempo esta sobriedad y contención y en particular, su sentido de la elipsis y su manera de describir o reflejar de modo insinuado u oblicuo emociones de (y entre) personajes. Y, en tercer lugar, por cómo genera gradualmente, sin aspavientos ni énfasis, una lacerante emoción de intemperie que no se extirpa con su dolorosa conclusión. Y esa es una cualidad de gran cineasta. Es raro hoy en día encontrar una obra que sea tan cruda y desasosegante, y refleje de modo tan preciso la actitud violenta, con una apariencia, en general, tan luminosa y tan escasos estallidos de violencia (cuando estos brotan el malestar ya se ha aposentado como una infección). El estilo conecta con el de Eastwood, y de modo específico, por su protagonista masculino, y por el año en que transcurre la acción, con la excepcional Un mundo perfecto (1993). Violencia, familia, la raíz podrida o herida de una nación.

Uno de nosotros, adaptación de una novela de Larry Watson, es otro tiempo de narración. Se vertebra a través de las emociones de los personajes, y en buena medida sobre corrientes soterradas. Su substrato, la colisión entre una familia herida y una familia podrida, los dos flecos deshilachados de una nación como Estados Unidos. Uno de nosotros contiene dos de las secuencias más desazonadoramente violentas de los últimos años. Anteriormente, el primer encuentro con un Weboy ya impregna la narración de sombras perturbadoras. No es ni pariente, pero se percibe recelo tiznado de latente hostilidad. De hecho, nos lo presentan en sombras, en el establecimiento que regenta. Ya es aún más manifiesta esa amenaza solapada, aunque se conduzca con sonrisas, en el encuentro con Bill (Jeffrey Donovan), tío de Donnie. Les invita a asistir a una cena, en el rancho de la familia, que preparará su hermana Blanche (Lesley Manville). La narración ya queda infectada con lo imprevisible, como si un virus habitara la sonrisa de Bill.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cinedesolaris
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