Segunda entrega cinematográfica de una de las sagas más famosas de ciencia-ficción creada por Gene Roddenberry para la televisión en la década de los 60, y una directa secuela en concreto del episodio Nº 24 de la primera temporada de la serie original de Star Trek, que se tituló en su momento como "Semilla Espacial", en la cual uno de los villanos más populares y conocidos por los aficionados trekkies Khan Noonien Singh, interpretado magistralmente en su momento por el actor mejicano Ricardo Montalbán, volvió a asumir de nuevo su papel del malvado criminal creado por la ingeniería genética de finales del Siglo XX.

Harve Bennett que por aquel entonces era un importante productor de televisión, asumió el control de la saga mediante la producción de esta película y posteriormente en otras tres más, contando con Nicholas Meyer como director, y con un presupuesto reducido considerablemente aprovechando y reciclando el material sobrante de la anterior película incluyendo decorados para poder llegar a los aficionados más puritanos de la serie, enfoncando la historia hacia la acción, el humor y la aventura que era parte del espíritu de la serie original.

En esta película en concreto Meyer hace uso de su prodigiosa inteligencia para desarrollar un film sólido, centrando la mayor parte del desarrollo en perfilar a los personajes, pero de manera más profunda e introspectiva en el personaje de Khan, tomando para ello referencias literarías como "Moby Dick", "El Rey Leal" y "El Paraiso Perdido" ejemplares que incluso podemos ver dentro de su antigua nave abandonada el Bahía Botánica en unas secuencias del film.