Una descendiente de Elizabeth Bathory (condesa húngara que vivió entre 1560 y 1614 y a la que fueron atribuídas numerosas muertes de jóvenes vírgenes para mantener su juventud bañándose en la sangre de las mismas) es secuestrada por una secta (autodenominada "La hermandad") de bebedores de sangre e inducida a unirse a la misma como digna heredera de su ilustre antepasada.

La originalidad de esta película se basa en que "La hermandad" obtiene la sangre que les permite mantenerse jóvenes de una granja rural en algún lugar de Australia donde los humanos son "ordeñados" cual vacas para obtener el preciado líquido. Posteriormente, la sangre envasada se distribuye por todo el mundo entre los miembros de la secta como si de leche fresca se tratase.

A pesar de una estética bastante coyuntural y de un reparto poco conocido (en el que destaca David Hemmings, inolvidable fotógrafo en "Blowup" de Antonioni) resulta una interesante actualización de los mitos vampíricos que recibió el año de su estreno el premio del festival de Sitges a los mejores efectos especiales.

Se trata de la primera (y casi única) realización cinematográfica de Rod Hardy que anteriormente había dirigido capítulos de varias series de televisión en Australia y, ya en los USA, llegó a dirigir capítulos de series tan conocidas como "Expediente X", "JAG", "Battlestar Galactica" o "El mentalista". En 2007 dirigió "December boys" protagonizada por Daniel Radcliffe en su primer papel post-Harry Potter.