Uno más de los musicales para propaganda bélica del momento, conducido en este caso por la bailarina Ann Miller. La película tiene el mérito de recoger lo que hoy llamaríamos videoclips musicales de bandas de swing que ya entonces eran legendarias y ahora lo son mucho más (Count Basie, Duke Ellington, Mills Brothers), así como de un joven Frank Sinatra, en plena ascensión al Olimpo (cantando el clásico Night and Day mientras deambula entre una supuesta orquesta de chicas). Además de reservarse el número de baile final, Thumbs up for Victory, festival de uniformes y consignas de combate, Miller conduce el irrelevante hilo argumental de la película interpretando a una locutora de un programa radiofónico musical. Cada vez que pone un disco (de los artistas mencionados), se nos intercala el videoclip correspondiente. Aunque no aportan nada las gansadas de los demás personajes (todos soldados en sus ambientes cuarteleros), la cosa queda amena, dinámica y, desde el punto de vista, de la arqueología jazzística, el producto es muy valioso.