La diferencia entre una película de espías de ficción y una película de espías de un personaje real, radica en que te tienes que ceñir mucho a la realidad para darle la credibilidad necesaria, tienes que capturar ciertos momentos de su vida más interesante y olvidarse de licencias cinematográficas. El guión de Robert Rodat (Salvar al soldado Ryan) adaptando el libro"The Catcher was a Spy: The Mysterious Life of Moe Berg" escrito por Nicholas Dawidoff retrata un personaje misterioso solitario jugador de béisbol en la liga profesional, profesor y que habla varios idiomas. 

Con poca noción militar fue reclutado para ejercer de espía en Europa primero en Yugoslavia donde tuvo que decidir a qué grupo político apoyar para formar gobierno después de la guerra, se inclinó por Tito (Gran error porque se convertiría en un dictador criminal) pero esto no aparece en la película.

Lo que nos muestra la película es cuando llega a Suiza para buscar información sobre los avances de los alemanes en la construcción de la bomba atómica algo decisivo para acabar la guerra cuanto antes, para ello citan a Heisenberg el alemán al frente de la investigación a una conferencia, allí tendrá que valorar Berg lo que tiene que hacer.

Paul Rudd es Moe Berg, acompañado por un reparto super espectacular como  Paul Giamatti (Samuel Goudsmit), Connie Nielsen, Mark Strong (Heisenberg), Sienna Miller, Hiroyuki Sanada, Guy Pearce, Jeff Daniels (como William J Donovan), Tom Wilkinson (como Paul Scherrer), Giancarlo Giannini y Shea Whigham. Muy buenos actores para una historia que no termina de enganchar, no se si falla la presentación del personaje o el guión en sí, pero no funciona. Quedando como un thriller con muy poca intriga y decepcionante.

Dirige Ben Lewin con poca garra y emoción, mucho más interesante me pareció su película "Las Sesiones"de 2012 con Helen Hunt. Esta se queda como un producto televisivo.
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