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Voto de JuanCádiz:
7
Intriga. Drama El teniente Daniel Kaffee es un joven y prometedor abogado de la Marina que tiene una excelente reputación. Sus superiores le confían la defensa de dos marines acusados de asesinato. A primera vista, el caso no parece complicado. Pero cuando tenga que vérselas con el Coronel Nathan R. Jessup, Comandante en Jefe de la base de Guantánamo, saldrán a la luz nuevas pistas que harán que el caso adquiera dimensiones insospechadas. (FILMAFFINITY) [+]
3 de marzo de 2009
66 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cruise no tiene la culpa. Al fin y al cabo tan sólo era un mandao. Pero de vergüenza resulta la primera mitad de la cinta gracias a la actitud del personaje que él interpreta. Engreído chulo-playa y estúpido son las primeras palabras que me vienen a la cabeza. Pero si me parara a pensar con menos prisas, saldrían adjetivos mucho más acertados a los ofrecido.

Y si bien Algunos hombres buenos lleva la palabra "drama" como género, el personaje de Tom peleaba incansablemente por transformarlo en comedia.
Los soldados acusados además no sólo no ayudaban, sino que encima potenciaba el circo con sus actitudes robotizadas. Que sí; que me creo que alguien pueda sentir el respeto por una disciplina tan arraigado a las venas. Pero joder...
Así que tenemos por un lado a un par de gorilas incapaces de pestañear si no se les ordena, y por otro al guaperas mostrando un pseudo desparpajo con un olor a rancio que tira para atrás. Menos mal que por ahí andaba un tal Nicholson capaz de levantarte del asiento con cada palabra, gesto ó mirada. Él consigue darle el toque de respeto que desea cualquier otro film para sí mismo.

En la segunda mitad, cuando Cruise decide dejar de hacer el imbécil para agarrar al toro por los cuernos, la cosa se renueva. Todo se vuelve más natural; se podría mejorar aún algún fleco más, como eliminar la estupidez de que el tío necesitara del bate de béisbol para pensar... pero bueno, dejémoslo ahí.
Llegado a este punto la película deja de ser "pasable" para convertirse en "interesante". Y la fiesta sigue. Ya todo gira en torno a un juicio, que la verdad, se hace bastante ameno.

Cuando toca chapar y parece todo el pescado vendido, aparece nuevamente Nicholson. Ahí es cuando se cae el estadio. Porque el tío se adueña de toda la película. Desde luego que actores del calibre de él son capaces de llegar, abrir la boca y transformar en dos minutos lo que parecía un "interesante" por un "buena".

¡Lo que ganaría Escenas de matrimonio con el tío este en sus filas!.
JuanCádiz
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