Para empezar diré que la factura del producto -porque sin duda esto es un producto- es televisiva en la peor de las acepciones: pide sobremesa dominical, modorra del respetable y un ojo entrecerrado susurrando clemencia. El piloto automático puede ponerse, puesto que los implicados trambién lo han hecho; desde un director Howitt metido de lleno en películas para la televisión tras un inicio prometedor con la interesante "Dos vidas en un instante" (1998), pasando por un reparto semi desconocido donde la palma y supongo que la pasta se la llevó el ubicuo Samuel L.Jackson. Este señor se apunta a un bombardeo porque supera las cien participaciones en películas y series televisivas en menos de tres décadas; está en top-3 del ranking de los multitarea junto a Robert De Niro y Sir Michael Caine.
Esta estará entre las más alimenticias sin llegar al submundo de "Serpientes en el avión" (2006), pero muy pobre en alicientes: historia de aparente buen ciudadano que comete un error, y para enmendarlo comete varios y le llevan a situaciones inesperadas...lo de inesperadas es pura coña marinera porque todo está anticipado, remarcado y refrito en mil películas y series anteriores.
Lo dicho, podría ser un capítulo decente de "Mentes criminales" sin esas conversaciones superpuestas de media docena de esforzados muchachos del FBI, o de un "CSI" Miami, Nueva York o Albuquerque sin pantallas verticales transparentes en los laboratorios forenses.
Casi como para decir "no perdáis el tiempo en esto"...
Nota: 3,75.