1973. A Stitch in Crime (Una puntada en el crimen) dirigida por Hy Averback es el sexto telefilm de la segunda temporada y quince de la serie, donde se narra la vía de la ambición de un calculador doctor dispuesto a cualquier cosa por lograr su objetivo, mostrándonos que el apego social y emocional hacia los demás es solo apariencia con el único objetivo de satisfacer su particular ambición personal y profesional.

El Dr. Barry Mayfield (Leonard Nimmoy) es cirujano en el Metropolitan Emergency Hospital, la indiscreción y el atrevimiento hace que tenga conocimiento de forma poco apropiada sobre el contenido de un telegrama: la interesante propuesta para un proyecto de investigación en marcha que señala al veterano Dr. Edmund Hidemann (Will Geer) como responsable junto a la colaboración del esquivo Dr. Barry. Filmado por Hy Averback, destaca el uso considerable en la aplicación de primeros planos y planos detalle en este telefilm en la escena que comentamos así com en la casi totalidad de la narración apropiados para el entorno y atrezzo.

La aceleración de los acontecimientos, incluso la ocultación inicial de la carta, sitúa al ambicioso cirujano en un estado de constante maquinación para atribuirse todo el mérito en la investigación, facilitado por la casual llegada a urgencias del doctor Hidemann con un problema de corazón en la aórtica aceleran los acontecimientos. Tras el diagnóstico se procede a su operación de urgencia por el doctor Barry para solucionar el problema.La enfermera Sharon Martin (Anne Francis) amiga de Hiederman asiste en la operación a Barry con visible desconfianza al tener conocimiento previo de las personales ambiciones de él, tras lo cual se producirán los irremediables acontecimientos que derivan en coacciones, interesadas inculpaciones con falsas pruebas y algún asesinato momento propicio para la aparición en escena de Colombo.

En la recuperación del Dr. Hiederman se presentan complicaciones, el asesinato de la enfermera Sharon se une a la manipulación emocional que el doctor Barry ejerce sobre la enfermera Morgan (Aneta Corsaut) para crear dudas, desviar la atención sobre él e inculpar al ex drogadicto Harry Alexander (Jared Martin) sobre un allanamiento de morada y venta de drogas falsamente atribudo a la fallecida Sharon Martin.

El caótico y desordenado puzzle creado por el doctor Barry no tardará en ordenarse desde la intuición, las imperceptibles pruebas y la acumulación de hechos consumados que, unido al olfato detectivesco entre los cercanos personajes a la víctima, guiará y aplicará sus sospechas sobre el personaje autor material de los hechos, el cual termina saliéndose de sus casillas debido a la inocente, curiosa y rocambolesca aproximación al sospechoso, cada vez más cercado, cada vez más visible y, finalmente apresado, para lo cual vemos a Colombo en quirófano sin su inseparable gabardina aunque arropado para la ocasión donde tratan de recuperar al Dr. Hidemann de una grave recaída, en un desesperado intento que le llevará finalmente a la solución del caso .

Complemento genealógico: ninguno en este telefilm