El interés que tienen las cosas que este grupo de jugadores de fútbol tienen en mente para antes de llegar a lo que se supone que es su madurez, es propia de inmaduros, y la verdad, algunos ya tienen ciertas responsabilidades que no se corresponden con esa inmadurez que demuestran. Hacer un guión para seis personajes y desarrollarlo en algo más de hora y media debe ser muy difícil, y desde luego en este caso no se ha logrado. Quedan muchos cabos por atar y al querer tratar a cada personaje por igual, todos ellos quedan poco definidos, solo son anécdotas lo que conocemos de sus vidas, y además el director pretende que con tan pocos datos tomemos partido por todos ellos, que los comprendamos. Como además la película está tratada en tono de comedia, el director recurre a lo que podría ser más gracioso de sus vidas, o más dramático, pero así como en otras comedias inglesas, y aún tratándose de varios personajes, se consigue una unidad, véase “Full Monty”, aquí se dispersa y no llega a cuajar la unidad temática. Como en la película antes citada, aquí también hay problemas de familia, de soledad y, como no, un homosexual, que en este caso hay que estar pendientes hasta que decide salir del armario, y de que forma tan absurda lo hace. También tiene una banda sonora cargadita de músicas con las que seguro se pretende llenar un CD para la venta, pero en este caso no cuela. En fin, con un cuatro va que chuta.