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Voto de Benjamín Reyes:
8
Drama La vida de Ane da un giro cuando semanalmente comienza a recibir de forma anónima un ramo de flores en su casa. Por su parte las vidas de Lourdes y Tere también se ven afectadas por unas misteriosas flores. Un desconocido deposita cada semana un ramo en memoria de alguien que fue importante en sus vidas. Esta es la historia de tres mujeres, tres vidas alteradas por la mera presencia de unas flores. Flores que harán brotar en ellas ... [+]
24 de noviembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Organismo Autónomo de Cultura del ayuntamiento capitalino reedita a partir del 16 de septiembre los Encuentros con el Cine que se celebraron por vez primera el año pasado en el Teatro Guimerá con la presencia de destacados cineastas del panorama nacional como Mar Coll, Fernando Franco o Patricia Ferreira y directores canarios que empiezan a despuntar como David Pantaleón o Amaury Santana. En 2015 se ha optado por un formato diferente y se proyectarán tres películas en el mes de septiembre (“Loreak”, “Hombre que hace que duerme”, de Miguel García Morales, y “BKLYN 11211”, de José Víctor Fuentes) y otras dos en noviembre (que se darán a conocer el 16 de septiembre). Cuatro de los cinco títulos son filmes sin estrenar en Tenerife (el quinto se verá primero en MiradasDoc).
La película vasca “Loreak” ha sido la elegida para inaugurar esta segunda edición de Encuentros con el Cine, auspiciados por Digital 104. La cita, que contará con la presencia de uno de los dos directores de la cinta, José María Goenaga, se podrá ver a las 20:30 horas al precio de 3 €. Al término de la proyección se desarrollará un debate entre el cineasta y el público moderado por Jorge Gorostiza.
Los dos primeros minutos de “Loreak” -que significa flores en vasco- definen el tipo de cine que proponen Joan Garaño y José María Goenaga. En estos dos minutos se suceden ocho planos en los que el espectador verá un ramo de flores, una persona de espaldas sosteniendo un paraguas bajo la lluvia, una anciana, el primer plano de una mujer, un accidente de tráfico, la estampa de una verde colina y unas grúas. En esos ocho planos se resumen la historia que veremos en la primera película de la historia del cine comercial español rodada íntegramente en euskera.
“Loreak” es un cine que requiere de un espectador activo que vea más allá de lo superficial. El cine no es solo una mera evasión sino también una forma de contar historias mínimas con las que cualquiera puede sentirse identificado. “Loreak”, que formó parte de la sección oficial de San Sebastián en 2014 y estuvo nominado a mejor película en la última edición de los Goya-, sigue la senda fílmica del Benito Zambrano de “Solas” (1999), del Carlos Sorín de “Historias mínimas” (2002) o del Alberto Lecchi de “El frasco” (2008), ya que este puñado de largometrajes detiene su mirada en historias cotidianas protagonizadas por personajes corrientes.
“Loreak”, que guarda más de un punto en común con “Magical Girl” (2014), emplea las flores como símbolo que cruza la vida de varios personajes gracias al andamiaje de un sólido guion, que se centra en tres instantes concretos de la vida de tres mujeres que viven diferentes momentos de su existencia, pero coinciden en que comparten existencias grisáceas y tienen heridas abiertas. El largometraje explora los diferentes significados que concedemos los humanos a las flores: amor, dolor, esperanza o recuerdo, sacando a relucir los sentimientos a flor de piel de los protagonistas: una madre recarcomida por el dolor, una mujer madura que acaba de entrar en la menopausia y está atrapada en un matrimonio rutinario o una viuda que decide pasar página sin derramar una lágrima. Personajes que evolucionan a lo largo del metraje que se prolonga en el tiempo cinematográfico durante cinco años. Lo que convierte a “Loreak” en una honda reflexión sobre la soledad y un acercamiento al carácter emocional del pueblo vasco. Asimismo, es una lúcida reflexión sobre cómo afrontamos los seres humanos la pérdida de un ser querido y cómo intentamos cubrir su vacío.
La escena clave de “Loreak”, que acontece a los 27 minutos, muestra un accidente de tráfico de forma anticlimática, alejada de artificios, que es como suelen ocurrir los accidentes en la vida real. También es muy verosímil el ritual de llevar flores al lugar del accidente. Muchos son los rincones de las carreteras donde podemos vislumbrar unas flores que rememoran a las personas que han perdido la vida en la cuneta. Como dice la madre del fallecido: “Las personas no mueren mientras no las olvidamos”.
Benjamín Reyes
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