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Voto de Benjamín Reyes:
10
Ciencia ficción. Terror. Fantástico En una estación experimental remota de la Antártida, un equipo de científicos de investigación estadounidenses ven cómo en su campamento base un helicóptero noruego dispara contra un perro de trineo. Cuando acogen al perro, éste ataca brutalmente tanto a los seres humanos como a los caninos del campamento, y descubren que la bestia, de origen desconocido, puede asumir la forma de sus víctimas... (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Carpenter presenta la curiosa paradoja de que está concebido para que cale en el gran público, sin embargo, este le ha solido dar la espalda, mientras que la crítica de cine ensalza cada una de sus obras. Y “La cosa” está considerada su obra maestra. Veamos el porqué.

“La cosa” toma coma base literaria el relato corto “Who Goes There”, de John W. Campbell y muestra su desinterés por ejecutar un remake del mencionado filme “El enigma de otro mundo”. Carpenter también tuvo muy presente a Lovecraft, ya que el tema central de “La cosa” es el miedo del ser humano a perder su identidad.

Uno de los aspectos fundamentales de “La cosa” es el maquillaje y los efectos especiales, en cuyos créditos figura Rob Bottin, que había alcanzado la notoriedad gracias a “Aullidos”. Suya es, junto a Stan Winston, la concepción de la escena de la perrera, una de las más recordadas de la película.

Protagonizada por su actor fetiche Kurt Russell (“Elvis”, “Golpe en la pequeña China”, “1997: Rescate en Nueva York”), presenta un certero perfil psicológico de un grupo humano aislado en la Antártida en el que se pone de relieve la desconfianza que sentimos los seres humanos ante nuestro congéneres en una situación límite. “No sé en quién confiar”. “Hoy en día es difícil saber en quién confiar”, es un diálogo que mantienen en un momento dado dos personajes.

La cosa del título es un ser que presenta la peculiaridad de que puede imitar cualquier forma de vida, de tal manera que el horror se introduce disfrazado de familiaridad (un perro) y no deja cadáveres sino que asimila la forma de otros seres vivos, sin dejar rastro de su desaparición.

El paisaje también juega un papel importante: la inquietante serenidad de la Antártida oculta terrores soterrados bajo su hielo, que brotan de forma inopinada. El conjunto se remata con la música de Ennio Morricone, que se aleja de la estridencia. Afortunadamente, “La cosa” ha superado el desprecio crítico que tuvo en su estreno y se ha convertido, por derecho propio, en una película de culto.
Benjamín Reyes
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