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Voto de Benjamín Reyes:
4
Terror. Acción Ángela Vidal, la única superviviente de una terrible infección, es evacuada de un edificio. Sin embargo, a pesar de que la situación parece estar controlada, el caos vuelve a desatarse y la semilla del mal renace adoptando nuevas y terribles formas. (FILMAFFINITY)
15 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es evidente que la saga de terror “made in Spain” más famosa y rentable toca a su fin. Permítanme resumir la situación para refrescarnos la memoria. Desde sus cortometrajes “Alicia” (1994), en el que mostraba el parasitismo de la maternidad, y “Días sin luz”, en la que reflejaba los excesos del sadomasoquismo, Jaume Balagueró siempre ha sentido predilección por lo sórdido y malsano. En 2006 dirige la “TV movie” “Para entrar a vivir” (emitida en enero de 2007 por Tele 5). Y ahí estaba el germen de “[REC]” (2007).

En la primera entrega predominaba la sintaxis propia del lenguaje televisivo, convirtiéndose en un visceral ejercicio de “reality horror”, que puso de acuerdo a público y crítica. Dos años después llegó la entretenida secuela, en la que se abogaba por emular a los videojuegos en primera persona tipo “Doom”. En 2012, la tercera parte supuso una ruptura radical con sus predecesoras, ya que prevale el lenguaje propio del 35 milímetros y Manuela Velasco era sustituida por Leticia Dolera. Aunque ya había perdido frescura conservaba algunos momentos logrados como la escena subterránea en la que la protagonista descoyuntaba a los infectados con una sierra mecánica.

Y llegamos a la cuarta entrega donde el uso de varios tipos de cámara se vuelve a convertir en marca de la casa. La trama se sitúa en un barco, denominado sintomáticamente Zaratustra, y Velasco reaparece en una continuación de la segunda parte. Uno de los principales problemas de los que adolece “[REC] 4: Apocalipsis” es que se autorreferencia en exceso. El torbellino de sensaciones extremas de la primera se torna en predecible en la cuarta, que muestra, inequívocos síntomas de agotamiento. Al margen de una buena puesta en escena y el maquillaje, obra de Alma Casal, todo lo demás es olvidable. Las escenas de terror están más que trilladas, las secuencias claustrofóbicas de pasillos con escasa iluminación no sorprenden a nadie a estas alturas. Y menos con una banda sonora tan subrayante. Particularmente me da más “miedo” el documental que Balagueró rodó en 2002 sobre la gira de “Operación triunfo”, titulado “OT: la película”.

El cinéfilo se podrá entretener rastreando las referencias a clásicos del terror como el final a lo “Alien: el octavo pasajero” (1979), la escena del batido gore a lo “Braindead, tu madre se ha comido a mi perro” (1992) o las camisas que lleva el friki que bebe los vientos por la reportera de televisión: “Nosferatu” (1922) y “Ultimátum a la Tierra” (1951).

El “casting”, supervisado por el tinerfeño Diego Betancor, no resulta muy afortunado. Críspulo Cabezas, uno de los adolescentes de “Barrio” (1998) ha perdido el norte; Paco Manzanedo, forjado en series como “Sin tetas no hay paraíso”, muestra sus limitaciones interpretativas; el personaje, supuestamente humorístico, de la anciana, que encarna María Alfonsa Rosso, es cargante. Hasta el rol que protagoniza Héctor Colomé es poco convincente. Asimismo, Manuela Velasco está demasiado histriónica. De los pocos que se salvan de la quema están Ismael Frischi, el simpático friki, y Khaled Kouka, actor tunecino afincado en Tenerife, que también figura en los créditos de títulos recientes como “El Niño” (2014) y “Proyect 12: The Bunker” (2013).

En definitiva, “[REC] 4: Apocalipsis”, rodada en gran medida en Las Palmas de Gran Canaria, es una decepcionante cinta de terror que imita la serie de terror de serie B “made in USA”, perdiendo la referencia de la Fantastic Factory. Para públicos poco exigentes.
Benjamín Reyes
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