El argumento es el mismo que se ha visto docenas de veces. Los miembros de una familia que hace tiempo que no se ven, que vuelven a reunirse con motivo de un evento que afecta a todos, normalmente un funeral o un reparto de herencia. En este caso, se trata de una fiesta de fin de año, donde uno de los miembros es denostado por comportarse como un auténtico crápula. La familia en cuestión es bastante cutre. Los diálogos no dicen nada y la puesta en escena recurre a la táctica, espantosamente puesta de moda, de aparentar. estar filmada cámara en hombro, para dar una dinámica que la acción no tiene. Solo para masoquistas y estudiosos de la idiosincrasia británica.