Haz click aquí para copiar la URL
Voto de sergioleone:
8
Acción. Aventuras. Intriga. Cine negro Ms. Pendleton es la comandante en jefe de un campo de entrenamiento de mujeres espía, recientemente establecido en Turquía. El agente Leyton de la CIA, recibe una misión, descubrir y destruir un operativo enemigo existente en los alrededores de la residencia. (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2018
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta totalmente injusto que se recuerde a Jesús Franco (Jess) como autor de una serie de productos inclasificables en vídeo durante el ocaso de sus días. Cintas fruto de su pasión por crear, aún estando ya fuera de toda capacidad para ello. También por su época del destape, aún cuando se reía de la censura (siempre lo hizo) e hizo lo que le venia en gana, por el placer de crear.
Durante los años 60 y 70 (y parte de los 80), el director cosechó enormes aportaciones cinematográficas, entre las que se cuentan Gritos en la noche, Rififí en la Ciudad o Miss Muerte. Franco siempre fue amante del cómic y el cine de espías, del exotismo y el erotismo, así como del jazz y el sentido del humor. En sus películas no faltan personajes repletos de ironía y situaciones hilarantes, y en Residencia para espías ello no fue ninguna excepción.
Eddie Constantine, gran actor y cantante, rodó dos filmes con Franco ese mismo año. La cinta que nos ocupa y Las cartas boca arriba, aún más hilarante y loca que esta. Y hablo de humor porque en Residencia para espías, nuestro intrépido protagonista, Dan Leyton, es un mujeriego descarado sin pelos en la lengua a la hora de arremeter contra sus adversarios y opositores. Un personaje entrañable que nos brinda también buenos momentos dramáticos y buenas peleas, y que nos va narrando personalmente sus vivencias de modo que nos lo hace más cercano.
Desde el arranque del filme Jess nos dejó caer su sentido del humor y el reparto no es nada despreciable, contando una breve intervención del gran actor fetiche del director, Howard Vernon, como agente de apoyo con quien Leyton debe contactar en Lisboa.
Franco rodó muchos exteriores en Estambul y luego los insertaría una y otra vez en un sinfín de películas. Mucho del metraje se rodó en Alicante. La residencia en cuestión, repleta de bellas chicas, da para mucho juego socarrón del protagonista, y no falta la música en una escena de club nocturno donde el propio Jess Franco hace un cameo sentado al piano.
Residencia para espías es pues un entretenido filme que es necesario rescatar del olvido y que visto sin complejos asegura un buen rato de entretenimiento.
Excelente música del maestro Odón Alonso.
sergioleone
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow