Si el pastiche a base de tópicos fuera arte estaríamos ante un Picasso, nada menos, pero como no es eso, sino todo lo contrario, podemos adormecernos viendo este telefilm de manual en el que todo es lo que parece, y nunca nada más.

La pésima actuación de la mala malísima chirría de principio a fin, y la única intriga real consiste en ver cómo los guionistas (en un notable estado de embriaguez) intenta solucionar la trama aportándole la intriga que le falta a una historia tan manida.

¿Que será lo que la buena hizo en su pasado para ser objeto de tamaña ira?


No se esfuercen en aguantar despiertos hasta el final, la sorpresa nunca llegará