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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
8
Drama En un remoto pueblo de México, la población sólo tiene dos medios para ganarse la vida: un empleo mal pagado en una ensambladora de automóviles, donde trabaja Heli (Armando Espitia), o trabajar para el cártel de droga de la región. Estela (Andrea Vergara), una niña de doce años y hermana de Heli, se ha enamorado perdidamente de un joven, Beto (Armando Espitia), un cadete de la policía que le propone escapar para poder casarse. (FILMAFFINITY) [+]
1 de octubre de 2013
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amat Escalante, Palma de oro al mejor director, se ha ganado a pulso un lugar de honor en el nuevo y estimulante cine mexicano. Su tercera película es una de esas historias que no se olvidan con facilidad y que torpedean la memoria quieras o no. Un retrato lapidario de los desiertos que rodean en D. F. y que son escenarios sin ley, con narcotraficantes campando a sus anchas, policías y gobernadores tan saturados de expedientes delictivos como inoperantes, casas destartaladas al lado de fábricas y jóvenes que llevan vidas de adultos y que incurren en los mismos errores que sus mayores. Heli es ante todo una película de vocación social que no debe pasar por una concatenación de planos desagradables. Escalante cuenta vidas y espacios que existen, y en pantalla eso se expresa con un western sucio en el que es difícil determinar quién es el verdugo y quién es la víctima, cómo se llegó a esa situación de total desamparo y cómo se puede poner fin a toda la espiral de infelicidad y violencia.

Todo lo que contiene Heli resulta duro e inexplicable, desde las insoportables torturas contempladas por niños que juegan a la videoconsola al lapidario plano final, que abre la película a un precipicio sin fin en el que el drama desgraciadamente prevalece, se consolida y se vuelve cíclico (la desdicha crea más desgracia y es imposible escapar de un destino marcado en negro de antemano). Cuesta calibrar hasta qué punto una película como Heli, tan impúdica y dolorosa, capaz de abrir tantas ampollas y de escocer a tantos estamentos y niveles, puede abrir la senda de un cambio social en su país de origen, pero Escalante, gracias a la rotundidad de su historia y al notable estilo con el que filma la suciedad de sus fotogramas, ha conseguido sin duda una nueva victoria para el cine mexicano, quién sabe si más avanzado que la propia sociedad que retrata. Cine de efectos pesadillescos. Un logro.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
Xavier Vidal
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