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Ucrania Ucrania · Sebastopol
Voto de Hemicefalo:
1
Drama Continuación de la historia de los Corleone por medio de dos historias paralelas: la elección de Michael como jefe de los negocios familiares y los orígenes del patriarca, Don Vito Corleone, primero en su Sicilia natal y posteriormente en Estados Unidos, donde, empezando desde abajo, llegó a ser un poderosísimo jefe de la mafia de Nueva York. (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2007
76 de 403 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su momento, en la crítica a la primera parte de esta trilogía, apuntaba al género cinematográfico que encierra este tipo de "filmes": el género de "tiros". Pues bien, nuevamente estamos ante una película de tiros, es decir, de proyectiles que emergen desde sus respectivos impulsores en forma de revólveres. Este género parece fascinar a la "masa", a la "muchedumbre", totalmente embrutecida por la cinematografía moderna, por el Gran Hermano y por María Teresa Campos. Se unen estos tres factores para fabricar al sujeto moderno, un sujeto esencialmente carente de todo lo que nos diferencia estructuralmente del orangutan africano.

Ya lo dijo Heidegger: "El padrino II no sirve ni para ser visionada por orangutanes" (Martin Heidegger, Gesamtausgabe, Tomo MMMMXXXXIII, p. 2340). Sin embargo, parece divertir, y hasta algunos la consideran estéticamente satisfactoria, a los seres humanos. Esta apreciación pone en cuestión la teoría evolutiva de Charles Darwin que situaba, cognitivamente, a los humanos por encima de los orangutanes. Estamos, por tanto, y gracias a esta película, a punto de sufrir un salto epistemológico, una evolución cognoscitiva hacia un nuevo paradigma biológico que situará a los orangutanes por encima del género humano como "reyes y señores" del planeta Tierra.

El padrino II no es más que una mezcla inconexa de imágenes y palabras que, con cierto encantimiento, parecen tener un hilo conductor que, desde la perspectiva "fenomenológica" aplicada por servidor, no existe. La gente queda estupefacta ante su visionado por cuestiones relacionadas con la "alienación hipnótica" del "neocortex spinozista". Pero, no nos engañemos, estamos ante un mal producto, mal rodado, mal filmado, con mal guión y ridículamente interpretado. Otra vez con una interpretación dantesca de Al Pacino y una bochornosa participación de Robert De Niro.

Mala película, no la vean y si la han visto, olvidenla.
Hemicefalo
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