El no tan joven ingeniero sajón Karl May (Möhring) marcha a América convencido que allí se está creando un mundo nuevo con la llegada del ferrocarril al Oeste.
Pronto se decepciona al comprobar cómo es la vida en aquellos campamentos. Allí domina una gentuza de capataces que ignora las más elementales normas de seguridad laboral o los derechos de los indígenas cuyas tierras atraviesan. Mientras tanto los altos responsables miran para otro lado a la espera de una saneada cuenta de resultados.
Los esfuerzos del ingeniero son inútiles y el choque con los apaches inevitable. Karl queda en medio despreciado por unos y por otros sin saber qué hacer, "¿Puede alguien perderse cuando no sabe dónde quiere ir?"
Surge entonces una firme amistad entre Karl y el joven jefe Winnetou. Sobre la misma esperan levantar sino "Un mundo nuevo" al menos un mundo bueno, pero todo con un regusto muy dulzón. Demasiada bondadosa bondad.
Western alemán y, por lo tanto, cuidadoso con los aspectos técnicos de fotografía, color, paisajes, música o ambientación.
Guion correcto y realización lenta, demasiado parsimoniosa. Personajes un tanto maniqueos, sin matices, o muy buenos (los indios con pinturas azuladas de guerra a lo "Braveheart") o muy malos (los ferroviarios), en cualquier caso poco desarrollados.
Alguna escena interesante como las curaciones de la chamana india de heridas de flecha o de bala, limpiando bien la zona y aplicando hierbas medicinales.
En resumen una cinta correcta pero sin alma, sin tensión dramática, sin verdadera emoción.
Para verla en familia una tarde de domingo.