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Voto de Edperez:
3
10 de septiembre de 2022
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He de decir que, a pesar de un fan aferrimo de Bud Spencer y Terence Hill, sólo sabía de refilón que existían unos actores considerados sus "dobles": Paul Smith y Michael Coby. La curiosidad, al ver en Netflix la versión de 2022 de "Y si no no enfadamos", es la que ha hecho que por fin me haya decidido a repasar la filmografía de este par de clones de Bud y Terence. Su bagaje se reduce a 5 películas, siendo la primera de ellas (Carambola) quizás la más pasable. Esta que nos ocupa y el resto rozan el esperpento. Intentaré explicarme.
El éxito en los años 70 de los originales propició, sin cortarse un pelo, que los productores italianos seleccionarán a Smith y Coby por su parecido físico y se lanzarán a plagiar (si, si, tal cual) las tramas, carteles de promoción, movimientos, peleas y gags de los films de Spencer y Hill. Hasta ahí ya sería suficiente para vislumbrar el tufillo, es como si en nuestro cine patrio hubiesen aparecido, en su época de máximo esplendor, otros Pajares y Esteso, parecidos físicamente y con peliculas de corte similar a ellos.
Pero es que, además, las películas son infinitamente peores, se quedan en la superficie, en lo meramente circense: las payasadas, las muecas y las tortas exageradas. Son infantiles, burdas, inconexas, sin la química que tenían los personajes originales, donde también existía lo anterior pero además había camaradería, ritmo, y una historia hilada (aunque fuera mínima) que junto a una música pegadiza y la personalidad arrolladora de sus protagonistas, te hacían meterte de lleno en las vicisitudes de nuestros héroes.
En resumen, subproducto infumable, donde prácticamente solo se salva la intervención de Woody Stode (el inolvidable protagonista de "El sargento negro") y un par de gracietas de medio pelo.
El éxito en los años 70 de los originales propició, sin cortarse un pelo, que los productores italianos seleccionarán a Smith y Coby por su parecido físico y se lanzarán a plagiar (si, si, tal cual) las tramas, carteles de promoción, movimientos, peleas y gags de los films de Spencer y Hill. Hasta ahí ya sería suficiente para vislumbrar el tufillo, es como si en nuestro cine patrio hubiesen aparecido, en su época de máximo esplendor, otros Pajares y Esteso, parecidos físicamente y con peliculas de corte similar a ellos.
Pero es que, además, las películas son infinitamente peores, se quedan en la superficie, en lo meramente circense: las payasadas, las muecas y las tortas exageradas. Son infantiles, burdas, inconexas, sin la química que tenían los personajes originales, donde también existía lo anterior pero además había camaradería, ritmo, y una historia hilada (aunque fuera mínima) que junto a una música pegadiza y la personalidad arrolladora de sus protagonistas, te hacían meterte de lleno en las vicisitudes de nuestros héroes.
En resumen, subproducto infumable, donde prácticamente solo se salva la intervención de Woody Stode (el inolvidable protagonista de "El sargento negro") y un par de gracietas de medio pelo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Puestos a elegir, me quedo con el falso Bud antes que el falso Terence que no tiene ni de lejos ni la ironía ni la agilidad ni el carisma del original. Simplemente, patético