Desde Japón y basada en la novela de George Akiyama llega el film de animación “Asura”, dirigida por Keiichi Sato. La película, de poco más de una hora de duración, pero de gran intensidad en su fondo y forma, ha obtenido el pase a festivales de renombre como Annecy o el Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde tuvo cabida dentro de la sección “Zabaltegi Especiales”.

“Asura” nos ubica en el Tokio del siglo XV, donde una serie de catástrofes naturales diezman la población y lo reducen todo a cenizas. En un ambiente de caos y muerte llega al mundo el pequeño protagonista y motor del film, Asura. La película nos narrará la batalla del pequeño por sobrevivir y hacerse un hueco en una sociedad que lo ve como una amenaza, un monstruo.

El uso del color, catalizador de emociones en la narración, los diseños y la selección musical para la puesta en escena de esta aventura vital resultan muy acertados haciendo de la historia algo no sólo ameno y trepidante para el entretenimiento, sino también agradable a la vista.

Su mayor virtud reside en el personaje principal de la obra, Asura, creado no sólo como un ser sangriento, asesino despiadado, sino como un ente que despierta gran ternura y empatía con la audiencia. Este elemento era imprescindible para el buen funcionamiento de una película que reflexiona sobre la difícil integración social de los “diferentes”, el rechazo, la lucha interna y el conflicto moral de la humana actitud en situaciones de vida o muerte, y la clave, Asura y sus trasfondos, superan la prueba.

Sin ser una obra maestra, la película es de agradable visionado y asegurado entretenimiento. Recomendable para pasar un rato entre la emoción y la sangre.

-Enoch-
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