Típico cuento sensiblero navideño, visto mil veces. Una producción local con actores malos, sobre todo el niño (Larry Mills) al que tampoco hay que despellejar mucho porque, al fin y al cabo, sólo es un niño, absurdo exigirle el trabajo de un adulto.

Sin embargo esta película tiene un "algo". Una especie de halo mágico en su historia. Sin saber porqué, te sumerges en ella, simpatizas con ella, y te llega más toda esa chorrada de "espíritu navideño" que muchas otras producciones más comerciales. Tal vez será por ese aire más "de barrio", donde los protagonistas tienen verdaderos problemas.
Da verdadera envidia la televisión pública que tienen los británicos. La BBC no es sólo fabulosos documentales.

Muchos la disfrutarán.

No existe versión alguna de este film doblada al castellano. Al menos, yo no la he encontrado.