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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
7
Western 1860, Oeste americano. David Williams, un veterinario que acaba de quedarse viudo, ha decidido emprender una nueva vida en otro lugar. En el transcurso de su viaje, conoce a una joven inmigrante francesa, Jeanne Leroy, que hace tiempo llegó a Estados Unidos con su marido, Francis, para fotografiar escenas del Oeste. Cuando su negocio empezaba a ser próspero, Francis fue asesinado. Jeanne, igual que David, quedó sola, sin embargo, las ... [+]
23 de abril de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mediados de la década de los años sesenta del siglo XX, Claude Lelouch, consigue un enorme éxito internacional con “Un hombre y una mujer”. Ganó la Palma de oro en Cannes, el “Oscar” como película de habla no inglesa, fue nominado como director y ganó el “Oscar” como mejor guion original, aunque no fuera en inglés, hazaña que no se volvería a repetir hasta que Almodóvar lo ganara con “Hable con ella” más de tres décadas después. Sus actores fueron lanzados al estrellato y su músico, Francis Lai, se convirtió en un compositor famoso. De hecho su trillada y multiversionada “Love Story” le proporcionó poco después el “Oscar”, aunque luego fuera ignorado en muchas ocasiones, como por ejemplo por “Bilitis”, de la que se vendieron millones de copias en el mundo.

Desde entonces Lelouch no ha conocido un “boom” semejante, aunque ha tenido películas que le han ido bien, reconocidas por el público y la crítica, como “Los unos y los otros”, otras que no le han funcionado mucho, como la primera secuela de su bombazo “Un hombre y una mujer: 20 años después” y otras que no nos han llegado, como su ambiciosa “La belle histoire” con un gran reparto y con una duración de tres horas y media. Tras estrenar hace poco en Francia su película número cincuenta, “L´amour c´est mieux que la vie”, que tampoco sabemos si nos llegará, Lelouch sigue siendo para muchos, fuera de su país, como por ejemplo en España, un director casi desconocido a pesar de su fructífera carrera.

En 1977 logra rodar “Otro hombre, otra mujer” (su título correcto sería “Otro hombre, otra oportunidad”) y la estrena entre nosotros al año siguiente con poca promoción. Su productora, la potente United Artists, comienza a recortarla y ofrecer diferentes metrajes de la misma. No es de extrañar que con esas maniobras no terminara de funcionar, y de hecho no aprendieron. Siguieron cometiendo crímenes con otros films, que con el paso del tiempo, se han ido recuperando de semejantes masacres. El remate definitivo fue que tres años después produjeran “La puerta del cielo”, una obra maestra también mutilada, y que les condujo a la bancarrota absoluta.

Curioso es que exista poca información sobre esta película, en la que diferentes portales se han limitado a copiar un resumen de su argumento, plagado de “spoilers” que no aporta nada en absoluto y no se le hace justicia ya que parece que no reviste ningún interés.

Francis Lai en su banda sonora se aleja de lo que sería una partitura típica de un “western” ya que realmente “Otro hombre, otra mujer” no es una película abiertamente del oeste americano, de hecho, antes de desarrollar su trama en Arizona, la acción arranca en París, en la Francia napoleónica, lo cual la hace más peculiar, mezclando constantemente en su versión original el inglés, algo de francés y muy poco de español.

Raro sería encontrar una buena copia que muestre sus colores correctos y una buena definición, ya que posee una gran fotografía del gran Stanley Cortez (entre otros trabajos suyos está “El cuarto mandamiento” o “La noche del cazador”) junto a Jacques Lefrançois, colaborador de Lelouch.

Su reparto es estupendo: desde los correctos actores de reparto, como Jennifer Warren, Francis Huster, Susan Tyrrell o Richard Farnsworth, indispensable en cualquier “western” y que aquí es el conductor de la diligencia. Por supuesto el peso lo llevan sus protagonistas: un muy entonado James Caan, con el que volvería a trabajar cuatro años después en "Los unos y los otros" y que está bastante bien, junto a una sensible, atractiva y siempre estupenda Geneviève Bujold.
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Su guion, según la duración de la película, puede tener más baches o menos, si se trata de alguna versión que ronde las dos horas y cuarto. Cuanto más larga mejor explicado queda todo. La dirección de Lelouch no deja lugar a dudas que se trata de un director eficaz y con las ideas claras.

“Otro hombre, otra mujer” es un film que emana melancolía. Su acción no crispa, no se trataba de que lo fuera, y su romanticismo es pausado, creíble, con secuencias muy bonitas, anticipándose a Malick sin su preciosismo perfecto: el alternar el frío y el barro, con el calor y el polvo del viejo oeste, con tomas donde vemos el polvo de fondo y que dan verismo, librándolo de ser “western” impostado.

Es un buen film, sobre todo para los que busquen una historia que se cuenta sin prisas (y sin pausa), fuera de todos los parámetros previsibles. Y ahora pasamos brevemente al "spoiler".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
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