Muy mala y aburrida la película de Randall Miller del año 1997, que mas que una comedia parece un drama barato y sin sentido que no tiene nada de gracia, ni tampoco posee escenas humorísticas ni nada por el estilo.
El guión es muy mediocre, es una historia poco común y de mal gusto a la vez, que trata de dos hermanos que desde niños soñaban con jugar en la NBA. Pero si juegan juntos en la universidad, hasta que uno de ellos, Antoine, muere en un partido debido a una caída, lo cual influye de distintas maneras a lo largo de la liga.
Es un drama muy poco creíble, al igual de los que sucede en el film, que se torna muy pesado en todo momento y no tiene nada electrizante ni sorprendente, lo cual es un problema, para mi falta algo que “despierte” al espectador… en dos palabras: un bodrio.